Mi ahijada La Flaquis - Relatos Eróticos

Mi ahijada La Flaquis

Cheli, mi ahijada, tiene ya algun tiempo que vive con nosotros por falta de recursos de mis compadres. De cariño le decimos La Flaquis porque, aunque dotada de lo necesario para hacer feliz a un hombre de 38 años como yo, no es una mujer voluptuosa, mas bien flaquita pero riquisima para mis ojos.

Una mañana anormalmente fria, como a eso de las 6 am fui a prepararme un cafe para entrar en calor. Al abrir la puerta de la cocina me encontre a Cheli lavando la loza del dia anterior. El evento no habria tenido nada de extraordinario de no ser porque la flaquis no tenia nada mas que su ropa interior (bragas y corpino). Aunque siempre me habia parecido una hembrita deliciosa, nunca la habia contemplado asi, ni siquiera en bañador.

Esto era extraño porque la mañana era en verdad fria y cualquier cosa se apetecia menos estar ligero de ropas.

Me aceque a cargar la cafetera, a un costado de ella, y al darse cuenta volteo asustada para decirme.

Cheli: padrino! que haces aca tan temprano.

Yo: vine por un cafecito flaquis. Y tu?

Cheli: baje a preparar el cafe pero se me tiro encima del pijama, tuve que quitarmelo y pues.....me quede como me estas viendo. Que pena!

Yo: pena? porque flaquis?

Cheli: pues me estas viendo sin ropas.

Yo: por eso tienes pena? mira, has de cuenta que estamos en la playa y estamos en bañador.

Cheli: hmmmmm....de todas maneras me da pena.

Yo: no deberias de tenerla flaquis. Muchas mujeres quisieran tener un cuerpo tan hermoso como ...

... el tuyo. Mas bien deberias estar orgullosa de tu belleza.

Cheli: gracias padrino (me dijo sonrojandose por completo). En verdad crees que soy bella?

Yo: si flaquis, sobre todo tu cuerpo ahora que te veo asi es muy hermoso.

Para ese momento estabamos ya muy cercas. Cheli habia dejado de fregar la loza y secandose sus manitas me ofrecio una taza. Como era muy pequeña le dije.

Yo: esa no flaquis, mejor la otra que esta atras de ti.

Diciendole esto avance para pasar un brazo por su costado para alcanzar una tasa mas grande acercandome al extremo de rozar sus tetillas, pernas, abdomen, cara, etc. (ya saben, de esos arrimones que se dan en lugares extrechos).

En el acercamiento, sin poder evitarlo, mi verga tambien rozo parte de su cuerpo, notandolo claramente la flaquis. Fue una situacion en verdad incomoda porque estaba notablemente excitado y ella casi desnuda, digamos que algo similar a si tuvieramos gasolina y serillas listas para comenzar el incendio. La flaquis no atino a decirme nada mas que:

Cheli: pero esto no es justo del todo Padrino.

Yo: porque?

Cheli: porque a la playa no se va en pijama como tu estas ahora.

Yo: entonces como lo considerarias justo?

Cheli: quedandote igual que yo.

Yo: eso tiene solucion.

Diciendo esto me retire el pijama y quede en boxers, pero con una mas que notable ereccion de mi verga de mas de 9 pulgadas.

Yo: ahora el que lo considera injusto soy yo.

Cheli: porque?

Yo: porque yo tengo solo una prenda ...