1. Verdaderas amigas - Cap. 3.- Premios y castigos.


    Fecha: 03/10/2020, Categorías: Primera Vez Sexo en Grupo Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    Norma era indudablemente quien dirigía toda la situación. Lo que decía se acataba. Estableció un juego en el que, si alguno de los chicos acertaba a contestar correctamente, tenía derecho a retirar, por propia mano, una de nuestras prendas. Las preguntas en sí eran variadas, por ejemplo, para la primera, Norma me pidió girarme y así darles la espalda a los muchachos. Ella también hizo lo mismo y, posteriormente, les preguntó cuál era el color de nuestros ojos. Esto tomó a los chicos por sorpresa, y, a pesar de sus intentos (uno para cada quien), los dos primeros fallaron.Afortunadamente, para el tercero (Pepe), las posibilidades se redujeron y así acertó al color de los míos, por pura suerte. La verdad a nadie se le había grabado este detalle. Los hombres miran primero otras cosas. Pero el azar le permitió a Pepe ser el ganador.Como de quien había adivinado era de mí, fui yo la que perdería parte de la ropa, así que Norma animó al chico para que se acercara y, mientras yo me quedaba inmóvil, él me retirara la prenda que quisiera.Me quede expectante y algo nerviosa. Cuando él se acercó, abrí los brazos instintivamente, esperando a que me retirara la blusa, pues para mí era lo más lógico. Pero, cuál fue mi sorpresa cuando, el muy ladino, se hincó ante mí y metió sus manos bajo mi falda para bajar con ellas mis pantaletas.La amplitud de mis caderas y lo pegada que estaba la falda a mi cuerpo dificultó su maniobra, sin embargo, logró retirarme la prenda. Los otros chicos lo ...
    ... ovacionaron por tan buena elección y le sugirieron que la olfateara. Pepe, muy obediente, se cubrió con ella boca y nariz y respiró profundo. El chico quedó extasiado. Yo, por mi parte, me reí sin poder contenerme al ver la cara que ponía.Norma me pidió que formulara la siguiente pregunta en ese juego de adivinanzas. No se me ocurrió otra cosa que preguntarles a qué nos dedicábamos. Tarde me di cuenta que sería fácil su respuesta, por lo menos a lo que a Norma se refería, pues era evidente que ella era la propietaria de ese departamento. Fue Domingo quien respondió que, sin duda, Norma vivía a costa de un marido rico y que, por tanto, no tenía necesidad de trabajar.Pensé que ella se ofendería de tal respuesta, pero no. Norma la dio por buena. Domingo no dudó en retirarle el vestido que, para su fortuna, era de una sola pieza, lo que permitió contemplar a Norma vestida ya sólo con una fina lencería de color blanco. Sus prendas incluían unos ligueros que le brindaban un toque que, hasta mí, me pareció muy sensual. Tanto el sostén como las pantaletas eran calados, y estas últimas tenían una abertura justo al frente de su sexo que permitían ver la entrada de su vagina, la cual lucía recién rasurada. Era evidente que ella se había vestido así desde el inicio de ese día, con todo y con su esposo aún en casa, preparada totalmente para la situación que estábamos viviendo.Domingo se quedó con la boca abierta al contemplar a tal belleza de mujer. A decir verdad, todos quedamos perplejos ...
«1234»