1. Hermanos sin tabu cap 11


    Fecha: 02/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    La tía Joan era muy sensual en toda la extensión de la palabra. Tan pronto como hubo terminado de bañarse, se tendió sobre la arena y se quedó ahí para asolarse, con las piernas abiertas y exponiendo su precioso coño a todos los que pasaran cerca. Mi papá estaba junto a ella y le untaba bloqueador por todo el cuerpo, incluso por sus pechos los cuales él masajeaba delicadamente. Podía ver como la polla de mi papá adquiría un poco de grosor. Mi mamá reía y estaba encantada de que Alec también le pusiera bloqueador en la espalda. Lorena y mi gemela estaban un poco más alejadas de ellos, tendidas en una toalla mientras daban un buen espectáculo de besos lésbicos a los curiosos. —Entonces, tío, sólo quedamos tú y yo. —Parece que todos los demás se han entretenido. Me giré hacia él. Era un hombre fornido de casi un metro ochenta. Los dos estábamos en el mar, con el agua hasta la altura de nuestro estómago, de modo que mis tetas estaban al descubierto. Como mi tío era nudista no les prestaba mucha atención, lo cual ayudaba a manejarme con confianza con él. —¿Quieres… hacer algo? —le pregunté coqueta y me pequé a su cuerpo, de modo que mis pechos le rosaron la piel. Él me miró con una coqueta sonrisa —Algo a solas ¿te parece? —¿Qué tienes en mente, sobrina? —Bueno, si quieres cogerte a la hija de tu cuñado… mi culo está listo. Mi tío Mauricio se rió un poco y miró en derredor. Luego me metió un buen beso con lengua y tomada de la mano salimos del agua. Su polla no estaba parada ...
    ... pero si que estaba adquiriendo un bonito grosor. No era la más larga, pero se veía apetitosa, con un glande bien formado que comenzaba a hincharse ante la respuesta de evidente sexo. Yo iba con mi sonrisita de oreja a oreja, y ya me estaba poniendo un poco mojada y no precisamente por el agua. Pasamos junto a unos muchachos que seguramente estaban en la universidad y se me quedaron mirando abobados. Fingí que no les miré y continué pegada a mi tío, que me llevaba hasta un sitío algo más alejado de los nudistas, justo debajo de una palmera. —¡Maldición! Olvidé la toalla. Espera, vuelvo enseguida. —No, iré yo, tío. Igual tengo que ir por un condón. Volví por la arena caliente y me acerqué a mamá, que disfrutaba del sol. —¿Qué pasa cariño? —Tío me va a coger ¿tienes condones? —le pregunté mientras husmeaba en su bulto. Nada más decir eso mi papá se puso en alerta. —¿Qué Mauricio qué? —Este… pues vamos a tener un poco de sexo, papi. —Déjalo, déjalo —dijo su hermana —. Se supone que para eso es esta experiencia ¿no? —Pero Andrea es virgen. ¿Estás de acuerdo en que sea tu tío el que te desvirgue? —Ash, no me va a desvirgar. Lo haremos por detrás. —Ah… —eso alivió a papá, y no perdió tiempo de mirarme el coño con un brillo de deseo en sus ojos. Entonces se me ocurrió una idea excelente. —¿Papi? ¿quieres venir conmigo? Así no te pondrás celoso. —¡No estoy celoso! —Entonces ven. Miró a mamá como si le pidiera permiso. Ella sonrió. —Ve. Dejó a mi tía. Le tomé de la mano y lo llevé hasta ...
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