Irene, cogiendo con la hija - Relatos Eróticos

Irene, cogiendo con la hija

Continuación del texto: Chel la curiosa hija de la vecinaChel viene hacia mí, sensual y a la vez angelical, esa figura que camina de rodillas en la cama de su madre. Detente sobre mi pecho, se eleva, sus gruesos muslos están delante de mí y es posible percibir el hinchado detrás de la pequeña braga blanca que apenas cubre su vagina, veo algunos pelos rebeldes que huyen de la diminuta tela.También visible una cierta humedad que empieza a cuidar la región, la boca carnosa se come el tejido, lo que le confiere más sensualidad, deseo de ver tocar besar su coño de chica nueva.Me acostumbré al coño usado es el primer coño nueva que viene a mí....- Tómate un trago.Es Irene quien ofrece un vaso de whisky por la mitad.- ¡Pero tan pronto!- Ayudará con lo que va a pasar. Bébetelo.Chel toma un sorbo, hacer una cara fea y devuelve el vaso.- No, traga todo de una vez.Irene también tiene un vaso en la mano, los dos beben todo juntos, Chel todavía tiene una cara fea, Irene está más acostumbrada, sonríe y acaricia la cara de su hija.- Ve, diviértete.- No te irás, ¿verdad?- No, voy a ayudar y también... disfrutarlo.Irene desaparece a espaldas de Chel, vuelvo mi atención a las piernas redondas de la chica. Hago un afecto, paso mis dedos con cuidado, tal como ella me trató el pene, investigo, exploro, sostengo su cintura con mis manos. Aprieto con fuerza, ella acompaña el gesto con una mirada de deseo sospechoso.Los primeros efectos de la bebida se sienten, ella ríe, sus ojos brillan, paso mi ...

... dedo por el hilo que es la mayor parte de estas bragas, voy con el indicador del lado a la zona donde está sus pelos.... Siento los primeros, sumerjo dentro de esta zona prohibida escondida ahora protegida sólo por un tejido mínimo humedecido por lo que sale del cuerpo de la mujer.Acaricio los pelos, exploro la región bajando hasta el comienzo de la boca rasgada que tiene, siento la carne tierna y caliente. Desciendo abusivamente más profundo, abro las carnes mojadas, el calor del coño de Chel me calienta el pecho, es un sabroso calentamiento - mi verga palpita crece.Chel respira, cierra los ojos y voltea la cabeza hacia el techo. Siento un temblor en su cuerpo por lo que está pasando. Irene también se da cuenta, se pone de rodillas, pone sus manos sobre los hombros de la niña y besa la espalda de su hija.Chel se despierta del trance, se siente más cómoda, ríe para mí e intercambia una pequeño beijo con Irene, quien tambien le besa la mejilla. Irene masajea la espalda de la hija y yo vuelvo a buscar la intimidad de la muchacha. Empiezo a quitar como puedo las bragas, ya visible el área peluda satinada del coño regordete - hermosa visión para un sábado por la mañana.La niña descansa sus manos sobre mi pecho y la madre quita completamente la última pieza que protegió su vergüenza. Todo lo que le queda son los zapatos de la puta de una película. Irene baja admira y carícia mis bolas - sólo dame una paja ligera. Chel se acerca poniendo el coño en mi cara. Tanto que puedo besar su ...