1. En el Caribe con papá 2


    Fecha: 28/09/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Mi papá me miró seriamente como reflexionando si debería seguir con lo que ha había empezado. Nunca había despegado su cadera ni su erecto miembro del mío y a pesar de nuestra ropa interior, se la podía sentir en todo su esplendor. Papá dejó caer su torso sobre mi cuerpo y, como si fuese algo frágil, me besó tiernamente en los labios. Este mojaba y dibujaba mi boca con su húmeda lengua. Yo, en un momento de lujuria, abrí mi boca y succioné la lengua de papá y se la chupaba con locura. Esta acción soltó al amante salvaje que tenía adentro mi padre. Este comenzó a besar y chupar mi cuello por todas partes y me dejaba sin aliento ni voluntad. Me dejaba sumido a lo que él quería. Luego, sentí como las fuertes manos de papá se deslizaron por mi cintura y bajaron mis bóxers hasta las rodillas. Había quedado completamente desnudo bajo el caliente y fuerte cuerpo de mi padre y esto me volaba la cabeza, aunque ya hacía un rato que no respondía a mi sensatez. Mi papá descendió por mi pecho y succionó mis tetillas con lujuria y yo gemía incontrolablemente. Chupaba todo mi torso y hundía su lengua en mi vientre rozando su lengua contra mi piel. Pensé que se dirigiría a mi pene y me lo chuparía pero no lo hizo. Llegó cerca de mi vello púbico y subió su cabeza. Me miró y rápidamente comenzó a quitarse su bóxer. Mi papá se dejó caer sobre mi cuerpo y acomodó su pene para que quedase pegado al mío mientras se movía lentamente en una fricción candente. No me decía ni una palabra y creo que, ...
    ... a veces, evitaba mirarme. Yo seguía disfrutando de las sensaciones que nunca antes había sentido y del calor del cuerpo de mi padre. De repente se apoderó de mis orejas y metió su lengua en una de ellas sacándome casi un grito de placer. Le pedí que se detuviese porque no aguantaba y fue ahí cuando de un solo aventón me giró sobre la cama y quedé boca abajo y él, nuevamente, apoyó todo su cuerpo sobre el mío y acomodó su pene sobre mis nalgas. Papá se quedó callado mientras que tomaba mis manos y entrelazaba sus dedos con los míos. Mordía mis hombros suavemente y chupaba mi nuca. Estuvimos así casi una media hora y yo pensaba que ya se había terminado todo. Sentía que mi cola estaba mojada con algo resbaladizo por la forma en que se movía el pene de papá entre mis nalgas. Este pedazo de hombre se acomodó nuevamente despegando su torso de mi espalda pero dejando su cadera pegada, esta vez, a mi cola. Sentí como la cabeza de su pene se había apoyado sobre mi esfínter. Pero papá no empujaba. Simplemente lo hacía deslizar de arriba y abajo, lo que me producía cierta picazón y, a la misma vez, deseo. Deseo que mi papá se metiese dentro mío. Deseo de que apagase ese ardor, esa calentura que tenía en mi ano. Sólo necesitaba saber que se sentía y cada vez que el pene de papá pasaba por sobre mi agujerito, yo empujaba hacia atrás provocando la penetración. Papá se detuvo y dejó quieta la cabeza de su pene en la entrada de mi cola y lentamente inició la penetración. El calor que tenía ...
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