1. Metiendo cuernos a mi esposo (primera vez)


    Fecha: 23/09/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa noche Víctor tenía ganas de coger; pero yo no.Por la tarde me había encontrado por casualidad en la calle con Francis y él me había arrastrado a un telo, donde estuvimos garchando hasta el cansancio. Por eso a la noche todavía me ardía la concha y sabía que mi esposo iba a notar lo dilatada y humedecida que me había dejado Francis.Durante la cena con Víctor tomé un poco de vino de más y eso me soltó un poco. Al acostarnos, mi adorado esposo me preguntó si tenía ganas, pero entonces le dije que estaba cansada para coger, pero si él quería, podía pajearse y acabar en mis tetas.La idea le encantó a Víctor y comenzó a meneársela frente a mis ojos. Se puso encima de mis tetas y yo comencé a aburrirme mientras esperaba. Finalmente le solté, sin darme cuenta:“Dale, Fran, acabame de una buena vez…”Víctor en ese momento se tensó y me llenó las tetas con su leche tibia.Entonces me miró fijamente, preguntando:“Cómo me llamaste???’”Comencé a tartamudear, mientras recogía el semen con mis dedos y me los metía en la boca, tratando de cambiar de tema y distraer a Víctor.Pero él insistió y tuve que contarle la verdad.“Me estás metiendo los cuernos con ese pelotudo de Francis?’Me preguntó con cara de desesperación.Le confesé que no era la primera vez.Todo había empezado un año atrás; cuando Víctor y yo habíamos pasado una semana de vacaciones en el mar, compartiendo una casa con Francis, su mujer y otras dos parejas amigas.Una noche después de cenar, Francis se me acercó mientras yo ...
    ... estaba sentada en el balcón mirando el mar y me dijo sonriendo:“Hoy en la playa me di cuenta de que me mirabas el bulto…”Antes de que pudiera decirle que era un perfecto idiota, sacó la pija de los pantalones y me la mostró de cerca. Yo di vuelta la cabeza haciéndome la ofendida, pero él insistió para que la mirara de cerca.En parte tenía razón; el turro usaba una zunga diminuta y la verga se le marcaba bien bajo la tela. Ahora al aire libre, parecía todavía más grande.Francis tomó mi mano y me obligó a agarrarle la verga. Comencé a acariciarla despacio mientras miraba hacia el grupo que estaba dentro de la casa, escuchando alguna anécdota que les contaba mi esposo.Me calenté yo también y empecé a pajearlo con más intensidad.Francis me preguntó si se la podía chupar, pero me negué. Entonces me dijo que yo era una puta histérica y mal cogida.Eso me dio bronca y sin soltarla ni por un segundo, empecé a pajearlo con todo, hasta hacerlo acabar entre mis dedos. Se tuvo que agarrar a la barandilla para no perder el equilibrio.Me limpié mis dedos en su camiseta y volví adentro.Por la noche me levanté sedienta y fui hasta la cocina por un vaso de agua. De repente sentí unas manos que me agarraban las tetas por detrás. Intenté gritar, pero una de esas manos me tapó la boca.“Vayamos al baño…” Me dijo la voz de Francis.Me empujó hacia adelante y pude sentir esa poderosa verga presionando contra mi culo. Cerró la puerta del baño detrás de nosotros y me metió sus dedos por debajo de mi ...
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