1. Practicando el morbo


    Fecha: 19/09/2020, Categorías: No Consentido Autor: Gato callejero, Fuente: CuentoRelatos

    Momentos relajantes
    
    Andaba de prácticas esa semana por Madrid, nunca había estado en la capital y mira que tengo una tía lejana por parte de madre allí. La palabra tía a lo mejor no es la correcta ya que mi madre le llamaba prima, pero yo le llamaba tía y a veces no recordaba ni su nombre, para que veáis lo lejana que era. Ni su nombre, ni de que tenía una compañera de piso de unos 28, 30 años que la verdad, no me esperaba que iba provocar en mi tales pensamientos.
    
    Lola se llamaba me preocupe por buscar sus fotos en el Instagram y reconozco que viéndolas me dieron ganas de tocarme. Lola es un bomboncito rellenito, de grandes curvas, y un cuerpo muy apetecible, sus grandes muslos acompañando a un redondito culito, de esos que te gustaría cachetear sutil o salvajemente según el momento.
    
    Su cara era puro morbo, ojos oscuros y profundos como su mirada, labios carnosos y apetitosos como toda ella, y si bajamos del cuello podría dedicarle todo este relato a esos maravillosos y grandiosos pechos. Enormes y bien puestos, morenos por sus grandes escotes que llevaba siempre, e imaginando, imaginaba que tendría una gran aureola que rodeaba unos gorditos y duros pezones morenitos del sol y apetitosos como toda ella.
    
    Paso la tarde, me había hospedado en un cuarto continúo a mi tía y tenía enfrente el de Lola y reconozco que me dio morbo eso. Llegó la hora de la cena, Lola aún no vino, así que haciéndole caso a mi tía, que hay que decir que también estaba muy rica, pues ...
    ... empezamos a cenar. Hablamos un poco de la vida, lo normal, ella me dijo que se iría a la cama nada más terminar de cenar, y que yo me acostara cuando quisiera, Lola vendría de madrugada y que no me preocupara.
    
    Echado en el sofá comencé a ver la tele y nada más quedarme relajado y pasar un rato desde que mi tía se acostara pues no lo dude, e iba a masturbarme. Había acumulado todo el día tensión y calentura, el viaje, mi tía, Lola, y más Lola y pufff no podía mas mi gorda estaba espesante quería salir, quería explotar y sin más preámbulos había llegado mi momento relajante del día, cosa que todo se debe tener, lo dice la ley jejeje.
    
    Agarre mi gordo pene con mi mano derecha y retorciéndolo como si fuera el anuncio nuevo de la botella de Fanta lo deje marcado de venas, tenso, rabioso, una bomba de leche estaba a punto de salir , ya no había sutileza ni en mis palabras, ni actos, estaba cachondo, excitado y era mi momento.
    
    En ese instante escucho el pestillo de la puerta, joder lola no podía creérmelo, me recosté me guarde mi pene como pude y me recosté, haciendo creer que estaba dormido.
    
    Exacto era lola que no se extrañó de que estuviera allí seguro que mi tía, le avisaría por wasshatp, así que entro hasta el salón, la luz estaba encendida y sabía que verme iba hacerlo, lo que no sabía es que se iba quedar delante de mi observándome. Al ser finales de verano principios de otoño, yo iba en calzones y sin ropa interior era costumbre, y claro mi erección era inevitable de ...
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