Dos hombres en el jardin del fondo - Relatos Eróticos

Dos hombres en el jardin del fondo

... levantó e intentó arrastrarme dentro de la casa; pero yo me resistí un poco, diciendo que quería coger allí atuera, al sol.Pero entre los dos me empujaron hasta el dormitorio y me arrojaron sobre mi cama matrimonial. Pedro se sentó en el borde y me ordenó que cabalgara sobre su verga erecta. Me empujó sobre esa cosa enorme y la sentí que se hundía por complete dentro de mi concha bien humedecida; haciéndome jadear de placer. Empecé a moverme sobre su cuerpo, adelante y atrás, mientras él me lamia los pezones y se divertía todavía más mordiéndolos.Darío se ubicó a mis espaldas. Pronto sentí la punta de su verga rozando mi apretada entrada anal. Le dije que buscara un pote de gel lubricante en el baño. Pero entonces sentí que él mismo escupía varias veces contra mi estrecho orificio.Enseguida y sin darme tiempo para protestar, ubicó la punta de su gruesa pija en mi entrada anal y empujó con suavidad. Sentí que esa cosa dura iba a desgarrar mi ano y el dolor me hizo aullar y gritar a todo pulmón.Pero enseguida los tres empezamos movernos a un ritmo sincronizado y los labios de Pedro en mi pezones me hicieron olvidar el dolor que Darío me provocaba en mi ano.Me azotaron las nalgas y me dijeron que era una verdadera puta…De repente Darío me aferró por los cabellos y tironeó mi cabeza hacia atrás, Empujó con todas sus ganas esa verga a fondo y entonces sentí su semen hirviente invadiendo mi pobre ano…Casi al mismo tiempo Pedro me llenó la concha con su leche también caliente. Caí ...

... exhausta sobre su pecho y Darío cayó sobre mi espalda. Enseguida sacó su pija de mi culo y Pedro me hizo desmontar de la suya.Ambos hombres hundieron sus vergas todavía duras en mi boca, ordenándome que se las dejara limpias con mi lengua.Ambas verga se endurecieron otra vez dentro de mi boca.Esta vez Darío se recostó boca arriba y Pedro empujó mi cabeza sobre la verga dura de su amigo, que se la chupara. Pedro aprovechó mi posición, doblada por la cintura sobre la cama y me tomó desde atrás. Me penetró suavemente para lubricar la punta de su verga con mis fluidos y enseguida la sacó para apuntar y metérmela por el culo; en una única y brutal embestida…La pija de Darío sofocó mis alaridos de dolor. La verga de Pedro era realmente grande como para que mi ano la soportara…Cuando ambos acabaron, intercambiaron posiciones y así me cogieron hasta acabar cada uno de ellos al menos cuatro veces en alguno de mis orificios…Quedaron exhaustos y sin aire, con sus vergas chorreando.Dijeron que ya era hora de irse, antes que mi esposo regresara de su juego de golf. Se despidieron advirtiéndome que volverían a cogerme una y otra vez; porque yo era una puta y merecía ser tratada como tal…Esa misma noche en la cama, mi adorado Víctor se movió a mis espaldas y sentí su verga dura rozando mi trasero. Pero la concha realmente estaba muy dolorida después de soportar tanta pija.Tomé la verga de mi esposo y la guié hacia mi entrada anal. Se deslizó con facilidad y sentí que no me dolía tanto como ...