1. Camino al Cielo: iniciación de una putita


    Fecha: 17/09/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Maradentro, Fuente: SexoSinTabues

    A esta historia recurría frecuentemente al descubrir que me calentaba y generalmente terminaba eyaculando, incluso sin manipulación física sobre mi pija. Con el tiempo fui refinando la recreación de las imágenes, conseguí un cable con el que solía azotarme, una cuerda con la que empecé a explorar nudos y ataduras. Descubrí el placer de inmovilizarme desnudo, acostado boca abajo y deslizarme como una serpiente refregando mi pene contra el frío suelo, lo que me generaba gran placer y terminaba eyaculando mientras me movía y el semen se restregaba por mi cuerpo. También aprendí a tirar la cuerda sobre una viga y colgar mis pies de ella, y me di cuenta lo placentero que me resultaba esa presión y talle sobre mi cuerpo a lo que le sumaba el maniatarme de las manos. Comencé a autosometerme descubriendo por mí mismo variadas técnicas de humillación ante amos o amas imaginarios. Lo hacía especialmente de noche cuando mi familia dormía, añadiendo a toda la escena la oscuridad del cuarto, las sesiones podían durar hasta el amanecer. Una de aquellas noches mi padre se levantó en la madrugada y se dirigió a mi cuarto llevado por algún ruido que venía escuchando de tiempo atrás. Entró inesperadamente al cuarto y heme ahí desnudo y atado, no pareció sorprenderse y al contrario asumió su rol de amo, como yo estaba sobre el piso me alzó y me puso sobre la cama dejando mi cabeza colgando, se quedó mirandome por un largo rato sin decir palabra, yo estaba aterrorizado con su presencia, sentí ...
    ... mi corazón latiendo con fuerza y esperé en silencio lo que decidiera hacer; tomó mi cabeza por el pelo y la tiró hacia arriba, me escupió en la cara, luego arrimó una silla, se arrellanó en ella, estiró uno de sus pies y me ordenó que se los besara por encima de sus chanclas, puso después sus suelas contra mi boca y me ordenó lamerlas lo que hice por un largo rato. Al final sonrió y me dijo: "ya comienzas a ser un esclavo" pero todavía no te has ganado el derecho a chupármela. Al día siguiente encontré unas medias de mi padre enrolladas sobre mi cama con una nota que decía: "un regalo para que mi putica no extrañe la ausencia de su amo, huelelas, disfrutalas, masturbate con ellas pensando en mí, y prepárate para el próximo castigo. Las medias estaban sucias, tiesas y malolientes, parecían hierbas secas a la espera de ser remojadas para entregar sus aceites esenciales. No pude dejar de olerlas inmediatamente, su podredumbre subió por mis narices sacudiendo todo mi cuerpo, estuve a punto de vomitar, una sensación de placer me invadió; de la sudoración y el estremecimiento de mi cuerpo pasé al deleite. Tomé esas medias y reverencié los humores y excrecencias de mi amo. Una lección más, el cuerpo y todas las excrecencias del amo son sagradas y especialmente estás debo recibirlas con gratitud, no importa su calidad, condición o procedencia; la entrega que el amo hace de ellas es la señal de su reconocimiento del esclavo. A partir de entonces acepté con alegría cualquier castigo o ...
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