Regalo inesperado. - Relatos Eróticos

Regalo inesperado.

Cuando mi amigo, Raúl, cumplió 17 años el 21 de noviembre...Raúl es un chico moreno, alto, muy delgado, de pelo negro y ojos aun mas negros, yo soy todo lo contrario, soy rubia, de piel clara, ojos claros y rellenita...Cuando comimos y llego la hora de dormir me metí corriendo en la misma cama que Raúl, apagaron la luz, sus primos y amigos dormían en la misma habitación, nosotros nos besábamos y nos abrazábamos con fuerza en silencio hasta creer que todos estaban durmiendo.

De puntillas sin hacer ruido nos metimos en el baño, trancando la puerta,yo me quite toda la ropa y solo me deje la camiseta del pijama, mientras el tenia sus calzoncillos.

Entre en la ducha y abrí la llave,mientras el entraba y me rodeaba con sus brazos, la camisa se me pegaba a la piel, trasparentando mis senos, mientras el me besaba y tocaba el culo,pellizcandolo con suavidad y restregando sus manos en el, cosa que me excitaba, mientras yo frotaba su cabeza masajeandola con suavidad, mientras movía mi cuerpo hacia el con movimientos sexuales y a continuación frotaba su entrepierna, masturbandole con jabón, poniéndose dura y erecta, y con afán el metía sus manos en mi camisa subiendomela para lamer mis senos. Acabamos desnudos y empapados, corría el agua por mi piel pasando por mis pechos ...

... y por el torso de el, la lujuria no comía, me agache sin pensarlo, y comencé a chuparle el pene, me lo metía toda en la boca, la sacaba, me la comía, jugaba con ella y mi piercing de la lengua,mientras acariciaba sus testículos, miraba hacia su cara mientras el agua caía en la mía, notaba ya como latía ya en mi garganta y me la saque, poniéndome a cuatro patas y mi trasero en pompa hacia el, sin pensarlo el se agacho y coloco su pene en mi entrada, metiendola despacio, centímetro a centímetro, nuestra respiración se acelero al igual que los latidos de nuestro corazón, ya dentro de mía, empezó a moverse con ritmo de dentro a fuera mientras sujetaba mis pechos para que no botaran y miraba mi trasero como las nalgas rebotaban, acariciaba mi espalda rociada de agua, y yo miraba entere mies piernas como su pene entraba y salia con agilidad. Mi cuerpo comenzaba a temblar, sus pies a ceder, note como de sus labios, se escapaba un suspiro en forma de jadeo, saco su pene de mi y empezó a correrse en mi trasero, mezclándose con el agua mientras el me lo extendía por el cuerpo y me besaba la boca con lujuria.

Raúl me seco el cuerpo como si fuera una niña pequeña y yo a el, fuimos desnudos a la cama, con las mantas hasta el cuello y dormimos abrazados y desnudos toda la noche.