1. Acorralado


    Fecha: 16/09/2020, Categorías: Gays Autor: cesaro, Fuente: RelatosEróticos

    Era uno mas de tantos infortunados que ahora vivian momentos angustiosos, no en vano mis padres y dos hermanos cortesanos de Versalles , habian sido masacrados en prisión, todo era una locura, un manicomio de sangre, ahora habia logrado esconderme y pasar desapercibido en esa oscura taberna cercana a la Plaza de Luis xv, me sentí sobresaltado alguien golpeaba la puerta de mi oscuro refugio, lo hacia con premura, yo la abrí lentamente, dispuesto a lo peor, vi frente a mi a dos hombres altos y robustos de unos 35 o 40 años, me sentí perdido, probablemente yo habia sido denunciado, nadie estaba a salvo en esa orgía de terror, pero...subitamente el hombre mas alto me inmovilizó desde atrás por mi cuello, lo hizo con rudeza, luego con delicadeza llevo su enorme mano a mi vientre y empezó a acariciarme, pude con agrado profundo sentir su miembro endurecido hurgando mis nalgas, sus pesados testículos se apretaban a mi cuerpo, el otro compañero miraba con lujuria, con su mano liberaba su pene semi erecto, una herramienta impresionante de una cuarta de largo, adornado de ...
    ... poderosas venas resaltadas, y unas "boules" enormes y bien guindadas, en mis juegos en Versalles, jamás disfruté de semejantes herramientas, definitivamente estos revolucionarios jacobinos eran unos machos generosamente dotados, el miedo que me acorralaba se esfumó, ahora la lujuria afloraba a cada parcela de mi cuerpo, el primer hombre se desnudó por completo y empezó a taladrar mi entrepierna con su virilidad mojada ya de semen , mientras el otro se masturbaba a dos manos frente a mis ojos , luego de unos minutos proyectó sobre mi un chorro generoso y tibio de ese néctar de hombre, luego ya con su miembro flácido, se aproximó y me besó apasionadamente , su barba hirsuta me excitaba , su aliento de guerrero, su nuez enorme oscilando en su cuello, mientras su compañero eyaculaba en mis entrañas, pasaron unos 10 minutos , los dos arreglaron su ropaje y acomodaron sus genitales con cierta sorna y picardia , luego salieron apresurados.
    
    Con frivolidad perversa pensé, lo afortunado que fuí, no conocí la guillotina y como si eso fuera poco, premiado con la lujuria de dos machos 
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