1. Sex shop


    Fecha: 15/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cubículo estrecho de paredes pintadas de rojo en el que hacía un calor excesivo. Unas monedas tintinearon i se levantó de golpe un telón que cobria la ventanilla que tenian enfrente. En el escenario giratorio una muchacha rubia delgada de pequeños y armoniosos pechos y con el pelo muy corto se estaba empalando en un gran trasto negro negro casi tan alto como un extintor. Su compañero le acariciaba los pechos desde detrás.
    
    -¿Te gusta mirar?- Le preguntó él casi incrédulo.
    
    -Chiiiiiist.... Calla, me desconcentras.
    
    "Esto es absurdo, surrealista"- Se dijo él.
    
    Sin tiempo de comerlo ni beberlo, la mano de ella buscó la suya. La miró inquieto, fuera de juego. Ni siquiera se dignó a volverse hacia él. Simplemente iba atrayendólo hacia ella.
    
    -Venga, acercáte- Sólo le dijo.
    
    -Eres una viciosa- Dijo él, fascinado.
    
    -¿I?
    
    Al no recibir respuesta ella echó sus nalgas hacia atrás, hasta tocar el tenso pantalón de su acompañante. El contacto electrizante tensó los musculos de su bajo vientre.
    
    -Ostia, Fernando, me harás dudar de tu masculinidad- Le espetó ella entre risillas.
    
    -Mierda.
    
    Eso le hizo encabritar loco de furor. Herido en su dignidad se acercó a ella y la cogió por la cintura. Ella sonrió nuevamente i restregó sus lujuriosas nalgas contra él.
    
    -Recuerda, Ferna: no hay amor- Le advirtió
    
    -Tu lo has dicho: ya no hay amor.
    
    Una de sus manos bajo directamente hacia su entrepierna. La chica tuvo una especie de espasmo y separó más las piernas, ...
    ... mientras él restregava a través del negro cuero su zona erógena. La mano de ella bajó hasta su cinturón. El cinturón se destensó, el botón se desabrochó y la cremallera bajó. Condujo la mano de él hasta el comienzo de las minibragas. La piel tenia una suave dulzura i se encontraba en una espècie de estado febril. Muy pronto se encontró con el tacto aterciopelado de su oscuro pubis. Más abajo empezaba una zona más húmeda que él no tardó en traspasar, para adentrarse en sus pliegues más íntimos.
    
    -¿Te gusta así?- La dijo él con un deje de menosprecio.
    
    La mano de la mujer le corrigió un poco.
    
    -Así....
    
    -Eres un poco...- Intentó decirle él.
    
    -¿Puta?- La voz de ella se volvió vulgar.
    
    -No queria decir eso..
    
    -Es igual.
    
    Ella se echó hacia delante, apoyandose en el cristal. Intentava separar más las piernas, pero el pantalón lo impedia. Él lo comprendió enseguida y tiró del pantalón y el tanga hacia abajo, hasta los tobillos. La escasa luz de la cabina no le impedía ver las nalgas redondas y bien dibujadas. Las besó mientras no paraba de acariciar su monte de venus.
    
    -Ahora sí que me lames el culo- Rió ella.
    
    -Tu también vendrás- Le contestó mordiendo una nalga pecaminosa.
    
    Las piernas de ella se separaron aún más y echó su grupa hacia atrás. Comprendió lo que ella quería. Quería llegar al fondo de la qüestión. Sus lengüetazos se volvieron más profundos, hasta llegar al borde del abismo. La pareja del escenario los miró sorprendidos, oliéndose que allí pasaba ...