1. Después de una semana dura en la oficina


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    hecho que siempre pongan menos edad de la que tengo, con un bonito culo respingón, unas buenas tetas y un estilo muy personal que hace que los chicos se fijen en mi. Tengo 29 años y una fijación enorme por los hombres mayores que yo. Siempre me han gustado los chicos que puedan enseñarme cosas nuevas, ya sea de la vida como en el sexo.
    
    En el sexo me gusta descubrir cosas nuevas, aunque eso si, poniendo limites racionales a ello. La historia que os voy a contar es sobre una experiencia que tuve con Marc, un hombre de 38 años compañero de trabajo que me hizo descubrir una parte nueva de mi.
    
    Era viernes por la tarde, finalizó una dura jornada de trabajo de una semana muy estresante donde las pausas de descanso mas bien habían sido escasas. Me disponía a recoger todas mis cosas y salir por la puerta de la oficina, cuando Marc me golpeo en la espalda. Marc era un hombre de mediana estatura, moreno, con un cuerpo al que yo llamo de oso, es decir, que cuando te abraza sientes que te rodea aportando en una sensación de agradable seguridad. Físicamente tiene un aspecto muy atractivo y sus canas le dan un toque que lo hace aún mas especial.
    
    Me gire y al ver que era Marc, mi cara cambio por completo. Cabe decir que mi cara antes de ver a Marc era un poema debido a la dura semana que había pasado en el trabajo, pero verlo fue como un premio después de un día duro. Me saludo muy amablemente y me comento que hacia días que no me veía por la zona de descanso. Le comente que había ...
    ... sido una semana muy dura y que casi no había tenido tiempo ni de comer. Marc, con su carácter risueño de siempre, me invitó a cenar. No se ando con insinuaciones y la verdad es que fue muy directo, hecho que agradecí, ya que no tenia muy claro si él estaba interesado en mi o no. La verdad es que me llevó a un sitio muy bonito, un restaurante muy intimo, pequeño y con una exquisita decoración que me engancho en el mismo instante que crucé la puerta. La cena trascurrió de maravilla entre risas y una conexión que no había tenido con ningún otro chico.
    
    No se si debido al vino (un excelente vino blanco Moscato d’Asti) o la compañía de Marc, que me fui animando y no quería que terminara esa noche. En mi interior pensaba que hacia mucho tiempo que deseaba una noche como aquella, pero no tenia el suficiente valor como para entrarle a Marc, tenia que dar un paso por delante y tomar la iniciativa y que mejor que ese momento para llevarlo a cabo.
    
    Invité a Marc a tomar unos gintonics en mi casa, la verdad y no es por alardear pero los preparo muy bien. Aceptó sin dudarlo ni un momento y nos dirigimos a mi casa. Ya allí y Marc cómodo en mi sofá me dispuse a preparar los gintonics. Mientras cogía dos copas balón de mi bufé, Marc estaba observándome con la mirada fija y en un momento de despiste lo pillé fijándose en mi culo. No pude evitar ocultar mi sonrisa y acentué mis movimientos con el objetivo de provocarle. Acabé de hacer el gintonic y me fui al sofá para tomarlo tranquilamente ...
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