1. Anécdotas de juventud


    Fecha: 10/09/2020, Categorías: Masturbación Voyerismo Autor: AnaLu, Fuente: xHamster

    Quizás no sea común que una chica tenga ciertas experiencias siendo muy jóven, pero el caso es que algunas tuve.La primera y más chocante tiene que ver con mi madre, quien se separó de mi papá cuando yo tenía cerca de 11 años.Tiempo después, ella encontró un amigo a quien invitaba a cenar cada tanto. Claro, para mi hermana y para mi era eso: Un amigo de mamá y nada más.Siempre que nos visitaba, nosotras terminábamos de cenar e íbamos a nuestro dormitorio mientras mamá y su "amigo" se quedaban charlando. Aunque yo sospechaba algo, no le daba mayor importancia y mi hermana, aún más chica, menos.Cierta noche, ya muy tarde, sentí la necesidad de ir al baño y al pasar por el dormitorio de mi madre alcancé a sentir gemidos apagados. No me pareció extraño ya que en otros tiempos ella sollozaba por la congoja que le produjo su separación de mi papá, así que fui al baño sin preocuparme.Cuando volvía, escuché ruidos y voces que susuraban, lo que sí me parecieron raros y curiosa como era yo desde siempre, me detuve para tratar de entender lo que sucedía.Sin tener idea y con algo de temor, entreabrí la puerta sigilosamente. Lo que pude ver me impactó sobremanera...Lo poco de sexo que yo sabía entonces era escaso y jamás ví a mi padre desnudo, ni a ningún otro hombre...solo chicos muy chicos. Lo demás era solo imaginación y charlatanería con amigas.Y sin embargo, ahí estaba. Ante el espectáculo, doblemente impresionada: Mi madre acostada desnuda con las piernas abiertas y su "amigo" ...
    ... también desnudo introduciéndole "eso" lleno de pelos alrededor, en un vaivén acompasado con los gemidos, respiraciones agitadas y palabras que no voy a reproducir...Tan silenciosamente como abrí la puerta, la cerré y corrí a mi cama con la mente dando vueltas y pensando en ese hombre metiendo su "cosa grande y con pelos" en la vagina de ella y que al parecer, por lo que oí, le gustaba mucho. No puede dormir hasta que el cansancio me venció.Demás está decir que cada vez que venía el amigo, yo no podía dormir. Y si bien no volví a abrir la puerta por miedo a ser descubierta, no me privaba de acercar mi oreja y prestar atención a todos los sonidos y conversaciones...esas que con el tiempo comprendí cabalmente.Nunca le mencioné a mi madre lo que descubrí esa noche.Intentando entender eso que había visto la primera noche, comencé a darle una importancia diferente a mis genitales, que ya se poblaban de vellos como mi mamá y algunas amigas un poco más desarroladas. Así también, quise saber que se sentía al tener algo dentro y el mango del cepillo de baño fué mi mejor idea aunque no produjo en mi nada verdaderamente importante. No sé porqué.Pasó un tiempo hasta que encontré una sensación nueva, indescriptible: Mi primer orgasmo, en el bidet, higienizándome. Mis dedos surcaron un lugar al que todo mi cuerpo reaccionó con estremecimiento y sorprendida seguí buscando ese placer, sin saber que me esperaba uno mayor aún. Bastaron unos instantes para que cerebro girara a mil y me arqueara tanto ...
«12»