1. Violación a una embarazada


    Fecha: 07/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... chaqueta y le enseñaba un estilete que guardaba en la guantera.
    
    -Como verás, ni yo soy policía, ni os va a recoger una grúa, ni te vas a marchar de aquí sin darme placer...-
    
    -¿Quién es usted... y que quiere de mí...-me preguntó asustada.
    
    -Contestaré a tus preguntas. Siempre, deSpués de comer, me gusta tumbarme a siesta y echar un buen polvo. No soy policía. Esta chaqueta la compré en el rastro, y para que te deje marchar de aquí sin hacerte daño antes debes hacer que me corra con tu cuerpo...-
    
    La chica se asustó. La cogí del brazo y la forcé a meterse detrás de la furgoneta. Una vez entramos los dos cerré con llave la puerta. Dentro del vehículo había instalado una tumbona con una colchoneta. Me senté en la colchoneta.
    
    -Enséñame las tetas...- ordené con la navaja en la mano.
    
    La chica no reaccionó, pero al escuchar por segunda vez mi orden se bajó los tirantes quedándose sólo con el sujetador.
    
    -Quítate el vestido...-ordené de nuevo agitando el estilete en el aire.
    
    La chica se tapaba asustada los pechos con los brazos.
    
    -No seas estrecha zorra...esa panza está así por que te la ha llenado alguien de leche. Así que no me hagas cabrear y colabora.
    
    Despacio se desabrochó el vestido que cayó al suelo mostrando a la chica solo cubierta con el sujetador y unas braguitas blancas.
    
    -Enséñame las tetas...-ordené por segunda vez.
    
    La chica se quitó lentamente la pieza hasta quedarse con las lolas al aire.
    
    -Acércaté...-
    
    Se acercó hacia dónde yo ...
    ... estaba. Con cuidado le cogí una de las tetas. Las tenía bastante gordas, coronadas por una aureola grande y oscura y un pezón grueso que estrujé entre mis dedos. La acerqué más hacia la colchoneta y le obligué a inclinarse hacia mí. Ahora las tetas le colgaban haciendo que aquella visión me excitase. Cogí su teta derecha y la acerqué hasta mis labios. Con la lengua rodeé todo la aureola hasta finalizar en el pezón, que lamí y chupé con glotonería. Cuando quise cambié a la otra repitiendo la misma operación.
    
    -Bueno, ya ha llegado la hora de que me saques la leche...-le ordené.
    
    Me quité la ropa hasta quedar totalmente desnudo. De nuevo me senté en el camastro.
    
    -Venga zorra.........empieza ya...-
    
    Allí estaba la chica, mostrándome sus gruesas tetas, con su pancita rellena y aquellas braguitas blancas que apenas le tapaban sus vergüenzas, algunos de cuyos rizos castaños se salían debajo del elástico.
    
    Se agachó hasta meter mi dura polla entre sus tetas, comenzando a pajearme. Al sentir el calor de sus lolas se incrementó mi calentura hasta extremos insoportables. Me deje hacer. Extendí el brazo y con la mano derecha le acaricié la entrepierna. Al principio rechazó mis caricias, pero tras unos instantes de duda se dejo hacer.
    
    Le corrí un poco al tela de la prenda y metí los dedos bajo el elástico. Al notar sus rizos mi picha dió un respingo clavándose más entre sus gruesos pezones. Jugué con sus pelos hasta que noté una ligera humedad en su coño, momento que aproveché ...