1. Candy ¡también es bonita!


    Fecha: 07/09/2020, Categorías: Hetero Autor: capicapicapicapi, Fuente: SexoSinTabues

    ... quiere invitarme a su casa? ¿o un ratito a que hagamos cositas?— —¿Qué cositas?— Le pregunté y ella se alzó la falda y se hizo su calzón a un lado, dejándome ver su puchita regordeta —¿Haces esto seguido?— —Pos’ tengo que buscar donde dormir y un poco de dinero— Me quedé pensando en esa situación, mi verga se puso dura y la adrenalina me corría, pero me fui. Temía que alguien nos cachara. Llegué al hotel y seguía pensando en esa imagen que vi, mi verga seguía dura, me masturbé y aún seguía así, me subí a la camioneta y regresé a la taquería. Ahí estaba Candy aún, pasé un par de veces por la calle hasta que ella me miró, me estacioné y se acercó. —¿No encontraste donde dormir?— le pregunté con voz baja —No señor, nadie me ha querido invitar a dormir— —Estuve pensando en ti y no me podía dormir— —¿Le gustó lo que le enseñé?— —La verdad no vi bien— le dije disimulando —pensaba en que te vas a quedar en la calle— —¿Quiere que se la enseñe otra vez?— me insistía —Mira cerca de aquí miré un parque, voy a estacionarme allá, entonces llegas y de prisa te subes ¿Te parece?— —Ya sé cual parque dice, voy para allá— —No, no, no. Espera a que me vaya— Llegué al parque y busqué una parte no muy iluminada para estacionarme, tardó en llegar pero llegó. La puerta no tenía seguro y se subió de prisa tal como le dije, miré a todos lados y no se veía gente, aún temía que nos descubrieran. Arranqué y me fui a un libramiento —Ay señor ya vengo bien asoleada, no encontraba su pinchi camioneta— ...
    ... —Pero ya estás aquí, eso es lo importante— —¿si va a querer?— me dijo mientras se alzaba su falda —¿Cuánto cobras?— le pregunté aún con temor —No señor, nada. Ya me pagó la cena y el desayuno, para usted es gratis— —Pero no sé a donde podemos ir— —Pues a su casa— —No, ahí no puedo llegar contigo. Estoy en un hotel— —A ver por dónde andamos— y observando un tiempo agregó —Por aquí hay un lugar a donde podemos ir— Me explicó y fuimos pero no me parecía un lugar seguro, le dije que podía avanzar a otro lugar y me dijo que a donde yo quisiera, salimos de la ciudad rumbo a Samalayuca, mientras íbamos en el camino le pedí que se quitara sus calzoncitos y que me los diera. Eán unos color amarillo o naranja, no sé ya estaban perdiendo el color, el elástico estaba flojo y tenían varios huecos. Tan pronto los toqué mi verga se puso muy dura. Bajé la velocidad y los olí, tenían bastante el olor impregnado y estaban sucios, le pedí que se acercara, lo hizo, humedecí mis dedos con saliva y le metí la mano debajo de la falda, su panochita se sentía gordita, le frote un buen rato y me llevé los dedos a la nariz, luego los chupé y probé su néctar. —¿No se va a sacar el pito señor?— —¿Quieres que me lo saque?— Con la cabeza me dijo que sí, totalmente segura. Me la saqué y ya la traía bien lubricada, ella se sorprendió al ver el tamaño y lo gruesa que la tengo, le pedí que me masturbara un poco, escupió sobre mi verga como toda una experta y me comenzó a acariciar la verga y los huevos, yo le ...