1. La Película


    Fecha: 06/09/2020, Categorías: Lesbianas Autor: rincondelmorbo, Fuente: SexoSinTabues

    ... planeando, fantaseando; repasando una y otra vez lo que iba a hacer, modificando pequeños detalles para que todo saliera a la perfección; lo único que me preocupaba era cuál iba a ser su reacción, cabía la posibilidad de que me rechazara de plano y todo se viniera abajo, pero era un riesgo que estaba dispuesta a asumir; para entonces no hablaba mi razón sino el desespero de mi arrechera. Me sentí exhausta, sentía los músculos de mi cuerpo cansados de tanto hacer fuerza, supongo que ahí fue cuando por fin me quedé dormida, fue una noche larga. Cuando sonó el despertador abrí los ojos de inmediato, el recuerdo de todo lo que había pensado en la noche llegó a mí en cámara rápida, sentía la misma lujuria; la mecha seguía encendida; a diferencia de otros días me sentía feliz de que hubiera sonado el despertador, sentía una mescla de ansiedad, arrechera y felicidad que no me cabía en el cuerpo. Lo despedí como siempre en la puerta, deseaba con tantas ganas que acelerara el paso y ver por fin que se cerrara la puerta del ascensor; me estaban consumiendo por dentro las ganas. Cuando por fin cerré la puerta del apartamento me sentí transportada hacia otro lugar; fue como si el sonido de la puerta al cerrarse hubiera sido la señal de inicio para darle rienda suelta a mi fantasía con Aleja. Cambié las sábanas de la cama, recogí el rebujo, me metí al baño y exfolié por completo mi cuerpo; quería que sintiera lisa toda mi piel; fue inevitable volverme a masturbar pensando en ella; lo que ...
    ... estaba experimentando era irracional, pero dentro de mi fantasía lo único que importaba era estar con Aleja; no veía la hora de tenerla en frente, completamente desnuda, me imaginaba el momento en que pudiera ponerle mi lengua encima. Busqué lo que me iba a poner, un enterizo blanco, medio transparente que tenía, me lo puse sin ropa interior; todo lo que estaba haciendo hacía parte de mi plan, era lo que había pensado una y otra vez la noche anterior, lo estaba llevando a cabo. Miré nuevamente el reloj, estaba sentada en el sofá esperando que llegara, el tiempo se volvió lento, o para mí el tiempo que pasaba entre una mirada y otra del reloj estaba distorsionado, fue una eternidad. Sentía un nudo en el estómago; cuando dieron las nueve y media se me ocurrió la idea de que todo era un locura, que lo más seguro era que ella me iba a rechazar y no me iba a volver a dirigir la palabra; me dio el miedo de último minuto ante la inminencia de su llegada; pero cómo sería la arrechera que tenía que logré sobreponerme a eso y seguir con lo que había planeado, sin importar las consecuencias. Así estuve esperando hasta que por fin oí el timbre; sentí un vacío en el estómago. Abrí la puerta y ahí estaba ella, se veía diferente; ¡no!; más bien la forma en que yo la veía era diferente; la miré de pies a cabeza; no sé qué tanto se me habrá notado la bobada pero no le quité el ojo de encima antes de dejarla pasar por la puerta. Tenía el cabello suelto; traía puesta una camisilla amarilla de ...
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