1. Antonieta, hermosa gordita


    Fecha: 01/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Esto que les voy a contar sucedió en el 2002. Ella, se llama Antonieta.
    
    Siempre me han gustado las gorditas, pero Antonieta era una chica que no llamaba para nada mi atención. Ella se preocupaba más por sus calificaciones que por socializar con los demás, y solo se juntaba con personas digamos, nerds.
    
    Antonieta era gordita, medía aproximadamente 1.65 y no era nada fea, pero siempre iba con la cara relavada, un chongo y unas ganas de no hablar con nadie. Un trasero grande, hermoso y suculento y un gran par de senos que no me cabían en las manos.
    
    Un día, chateando en mi casa en la noche, recibí una invitación de ella para agregarla al Messenger. Acepté pero no me habló, hasta que un par de días después yo me decidí a hacerlo.
    
    - ¿Qué onda Tony cómo estás?
    
    - Bien, algo ocupadilla
    
    Así eran nuestras pláticas durante meses, muy cortante y en persona ni siquiera nos volteábamos a ver. Hasta que un día ella tomó la iniciativa.
    
    - ¿Estás ocupado?
    
    - No dime, ¿Qué onda?
    
    - Quería platicar con alguien, me siento muy sola y me da tristeza casi no tener amigos, y los únicos que tengo solo hablan de tareas y estudio y yo ya no quiero ser así. ¿Quieres ser mi amigo?
    
    - ¡Claro! – le respondí-
    
    Las cosas no cambiaron mucho. Terminó el semestre y comenzó el último. Seguíamos siendo indiferentes hasta que un día, entre los preparativos para nuestra graduación nos citaron un sábado en la facultad a las 3 de la tarde. Yo llegué un par de horas antes. La escuela estaba ...
    ... totalmente desierta pero a los 10 minutos ella bajó por las escaleras, yo estaba recostado en una banca y ella se acercó. Se veía impresionante. Con una blusa muy escotada y el cabello suelto me dejó contemplar unos rizos hermosos. Nos saludamos y yo intenté levantarme para que ella se sentara pero me detuvo y me dijo que estaba cansada de estar sentada, que prefería estar así.
    
    Cada que ella volteaba hacia otro lado, yo aprovechaba totalmente para contemplar esos pechos. Sin duda enormes pero también, intocables. Pero en una de esas ella volteó y se dio cuenta.
    
    - ¿Que tanto me ves?
    
    - Nada Tony, ¿por qué me dices eso?
    
    - Te he estado viendo, cada que volteo me miras de arriba abajo
    
    No soy un don Juan, y mi primera reacción fue simplemente negarlo. Quizá hubiera podido decirle lo hermosa que se veía, bla bla… pero no fue así.
    
    Sin embargo su reacción si fue muy distinta a lo que yo esperaba. Se acercó y comenzó a hacerme cosquillas, volviendo a preguntarme que tanto le estaba viendo.
    
    Si yo ya estaba súper excitado con ella, al acercarse y tocarme me prendió mucho más y sobre todo, el roce de sus tetas con mi cuerpo que, para ese momento ya era muy descarado y claro, no me iba yo a quejar.
    
    - Dime ándale, o te sigo haciendo cosquillas –me lo dijo en voz baja pegadita a mi oído-
    
    - Antonieta no sigas haciendo eso porque pueden pasar cosas raras
    
    - ¿Cómo qué? –me respondió-
    
    - La verdad me estás excitando demasiado
    
    Ella siguió recargada en mí, pero su ...
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