1. Nuestro primer trio 3


    Fecha: 15/08/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En el relato anterior les conté que Román nos enseñaría a hacernos enemas para gozar del sexo pleno sin desagradables sorpresas. Ninguno de los dos sabía de que se trataba eso así que en cuanto yo llegue a casa, busque en un diccionario el significado de ese misterio. Una vez que supe bien de que se trataba, se me subieron los colores a la carita, me ardieron las orejas y se me paró la verga de inmediato ansiando que llegara el día prometido. Con Fernandito nos coordinamos por teléfono para juntarnos en la esquina de la calle de Román para no llegar separados y así hacer mas difícil el que nos viera alguna vieja chismosa de las que nunca faltan. Cuando nos juntamos nos moríamos de ganas de besarnos degeneradamente en plena calle pero, nos contuvimos ya que habíamos prometido ser discretos y cautos. Solo nos rozamos las manos y con ese breve gesto, vuelta a tener ambos una rica erección. Una vez dentro de la casa de Román, nos besamos los tres con toda la lengua. El tiempo de los piquitos ya había quedado atrás. Nos dirigimos los tres hacia el dormitorio, lugar donde Román nos dijo que nos desnudáramos completamente y qu nos tendiéramos en la cama relajaditos y con las piernas abiertas. En ese momento Fernandito me dijo que el ya algo había probado ya que en casa de su abuela había un tiesto para enemas y el por su parte, luego de saber de que se trataba no se había aguantado las ganas de vivir esa experiencia, aunque no la había hecho bien. Solo un poco d agüita fría y muy ...
    ... rápidamente en el baño. Algo así como una culeada expres. A sugerencia de Fernandito fui yo primero en pasar por el enema. Me tendí boca abajo desnudo en la enorme cama y levemente abierto de piernitas. Román llegó con algo así como un hervidor de agua con una manguerita en su base y una especie de chupete negro en el extremo. Yo tiritaba pero no de frio sino que de calentura y emoción. Román dejó el tiesto en el velador con la punta de la manguera metida dentro del mismo para evitar que el agua escurriese afuera y abriéndome suavemente aún mas las piernitas, procedió a masajearme el anito con su dedo medio bien envaselinado y acto seguido lo introdujo en mi recto hasta el fondo, girándolo para que la vaselina untase bien las paredes de mi ávido recto. En el intertanto Fernandito también desnudo, se acostó de medio lado para no perderse detalle del procedimiento, sonriendo lascivamente. Román una vez habiéndome sacado el dedo desde dentro de mi cuerpito, tomo la manguerita y después de pincelar mi ano con su punta de plástico negro, me la fue metiendo de a poco mientras me separaba las nalguitas con la otra mano. Una vez que el bitoque hubo entrado por completo, lo que me provocó un enorme placer puesto que era un aparato con forma de verga, ahusado aunque mas delgado en su parte media. Román me explicó que eso era para que no se saliera desde dentro mío. Acto seguido se puso de pie y mientras sostenía el tiesto con una mano, abrió la llave de su base para que comenzara a bajar ...
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