El obrero portugués - Relatos Eróticos

El obrero portugués

... pezones. Continua besándo mi ombligo, llegando asta el borde de mi bragita de encaje. Besándo suavemente por encima de ella mi monte de Venus, muslos. Bajando mi bragita suavemente. Dejando a su disposición todo mi ser. Acaricia con suavidad, Besa con ternura mi clitoris. Lame, introduce sus maravillosos dedos que me llevan al éxtasis en mi vagina. Llevándome un sin fin de veces al orgasmo más placentero. Cuando me lleva asta el limite de mi ser se separa de mi. Besándome muy despacio. Dejando que yo coja un poco el control de la situación.Empiezo a besarle todo su cuerpo. Y cuando llegó a su miembro que está duro en todo su explendor. Me para, y en tono muy suave me dice que esa parte está reservada para otra parte de mi cuerpo que mi boca se centrará en la suya. Que su polla se encarga de mi coño. Dicho eso me penetra muy suavemente para que noté toda la dimensión de su miembro, entrando poco a poco en mi interior. Después de un vaiven suave y agradable que me lleva al orgasmo le susurro al oído: no soy de porcelana, aunque parezca una muñeca. No me rompo con facilidad. Con lo cual empieza a darme más duro cambiando me de posición para que llegar a mi punto G . Después de mi décimo orgasmo de la noche caemos rendidos en la cama. Abrazada a el, le digo a a sido el mejor polvo de mi vida a lo que el me contesta que para el también que espera que lo repitamos pero está vez en Portugal. Con lo cual me quedó total mente dormida. A la mañana siguiente me despierto y hay una nota a mi lado que pone: Losiento muñeca me e tenido que ir. La noche pasada ha sido la mejor me mi vida y quiero repetirla cuanto antes mejor. Te deseo José bueno aquí les dejó mi primer relato espero que os gusté besos