1. No quiero chiquillas, quiero la señora buena del Gym


    Fecha: 08/08/2020, Categorías: Gays Autor: xavier593, Fuente: CuentoRelatos

    ... tranquila, que entendía su situación que no le causaría problemas.
    
    Tras unos segundos de silencio ella me miro y para mi sorpresa me regalo una sonrisa de complejidad y eso basto para que yo me lanzara sobre ella besando apasionadamente sus labios y cuello, ella con voz entre cortada atinaba a decirme….
    
    Promete que no se va a enterar nadie, promete… Aaahhhhiiiii… me decía, mientras gemía delicioso cuando le besaba el cuello
    
    Acariciaba esas piernas que me volvían loco, estaban entreabiertas y con mucha sutileza, pero con firmeza me dirigí a su sabrosa y seguramente para ese momento jugosa vagina, justo antes de cumplir con mi deseo, me aleja con fuerza y me dice vamos a otro lugar, que nos pueden ver.
    
    Rápidamente condujo hasta un auto motel, entramos y de aquí en adelante no hubo palabras.
    
    Solo nos acostamos y dimos rienda suelta a nuestros cuerpos, poco a poco fuimos quitándonos la ropa el uno al otro primero yo quede totalmente desnudo ella acariciaba mi pene erecto y jugoso, se dio gusto recorriendo de arriba abajo mi pene duro como la roca, en esto solo pude admirar mi cuerpo y con toda la lujuria del caso sin soltar mi verga me dijo que ricooo esta esto,….. Era tan erótico sentir esas calientes manos recorriendo todo mi cuerpo y masturbándome, con mis manos dirijo su cabeza a mi verga para indicarle como me urgía una mamanda, pero se reusó.
    
    Era mi turno, la acosté boca abajo, podía apreciar todo un espectáculo, - por dios que mujer, el conjunto ...
    ... trasparente
    
    De un encaje color negro se perdía el llegar a sus nalgas, mientras acariciaba cada parte de su cuerpo desde su cuello fui bajando poco a poco con dirección a mi objetivo cada tanto rozaba mi pene en su espalda baja o sus nalgas, cosa que me di cuenta disfrutaba de sobremanera, pues soltaba unos débiles, pero largos gemidos
    
    A estas alturas solo se escuchan dulces gemidos por parte de mi amante.
    
    Suavemente le di vuelta para trabajar sus pechos, que son los mejores y más excitantes que he podido tocar, grandes firmes pero sobretodo naturales, fui descendiendo con mi boca por su ombligo bese y lamí a mi antojo su pelvis mientras acariciaba sus pechos que parecía que iban explotar por lo parados que estaban y ella me acompañaba con el contorneo de todo su cuarto sus suspiros y ponía sus manos sobre las mías para indicarme como quería ser tocada, delicadamente le quite su tanguita, y al fin pude ver mi tesoro, una hermosa vagina, que claramente por su humedad pedía verga, me disponía a degustar ese manjar pero apenas mi lengua toco por escasos segundos su clítoris ella soltó un gemino se retorció su espalda y a continuación con una fuerza que hasta ahora desconocía me halo de mi cabeza para darme un gran beso en mi boca que aún conservaba el sabor de sus fluidos, me abrazo con brazos y piernas.
    
    No había más que hacer, me estaba pidiendo a gritos que la penetrara, yo también no quería jugar más, quería sentir su calor, entonces dirijo la punta de mi pene a su ...
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