1. Mi hermana y yo


    Fecha: 08/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Una vez quedé solo en casa con una hermana mayor que yo, me lleva 7 años, yo tenía 18 años y esa vez, vimos películas y nos quedamos dormidos en su cama, no se como pasó, pero de repente, ella me dio la espalda y yo sentí un calorcito recorrer todo mi cuerpo, por lo que, sin pensarlo, me le pegué lo más que pude, al ver que ella no decía nada, comencé a soplar muy despacio en su cuello y orejas, a lo que sentí como se estremeció, esto me puso calientísimo, por lo que lentamente bajé mi mano hasta sus nalgas y muy despacio le puse mi mano en su culo, tampoco dijo nada, entonces, pasé mi mano al frente y comencé a desabotonar su camisón, poco a poco, tenía miedo de que se enojara, ya que era la primera vez que hacía esto, pero veía que no se enojaba, así es que seguí, una vez que le desabotoné la bata, comencé a sobarle las tetas por encima del sostén, como no dijo nada, le metí la mano y sentí una de sus tetas, estaba calientísima, a lo que me armé de valor y la volteé boca arriba, ante mi sorpresa ella accedió a ponerse boca arriba, fue cuando desabotoné su sostén y comencé a mamarle las tetas, era riquísimo, estábamos ya los
    
    dos muy calientes, lo supe porque corrí mi mano hacia abajo y metí mi mano hasta su conejito, que ya estaba húmedo, entonces, bajé lentamente su tanguita y bajé a mamarle su conejito, ella abrió sus piernas para que
    
    fuera mas fácil, así es que, ...
    ... comencé a lengüetearla riquísimo, sentía como arqueaba su espalda cada vez que se estremecía de lo rico que sentía mi lengua recorrerla, yo en ese entonces lo tenía parado a mas no poder, por lo que bajé mi boxer y me puse encima de ella, a lo que me susurró al oído, espera, deja acomodarme, se acomodó dispuesta a recibirme, me tomó
    
    la verga con su mano y la dirigió a su vagina, una vez que estuvo adentro me dijo, empuja, a lo que yo, comencé a empujar una y otra vez, mientras le chupaba las tetas, así estuve un rato hasta que me vine dentro de ella, ahhhh, que sensación tan deliciosa, sin embargo, una oleada de pudor y vergüenza se apoderó de mi, por lo que me fui de ahí a dormir a mi cama, en la mañana, no nos quisimos ver de la vergüenza que nos embargaba, yo me fui a la escuela y ella a trabajar, cada quien por su lado, por eso cada que leo relatos como este, no me explico como pueden
    
    ser tan abiertos, o valerles, ya que he leído que en una sola sesión, se cogen a sus hermanas varias veces, yo solo me vengo una vez y siento culpa de hacerlo, pero cuando me siento caliente otra vez, no me importa nada, por lo que se han presentado ocasiones en que aunque no estamos solos, me escurro en la madrugada hacia su cama y la masturbo o le mamo su vagina hasta que se viene y luego me voy a mi cuarto y me masturbo pensando en ella, aunque al final me siento avergonzado nuevamente. 
«1»