1. EL OSO DEL DOCTOR


    Fecha: 08/08/2020, Categorías: Gays Autor: Javier_Madrazo, Fuente: SexoSinTabues

    Mi nombre es Eduardo, tengo 29 años, soy de estatura promedio, gordito, uso barba y todo mi cuerpo está lleno de bellos, soy lo que en el ambiente gay se considera un oso. Dedo decir también que soy médico de profesión y que tengo una debilidad muy grande por otros osos como yo. La historia que quiero relatarles, sucedió apenas hace unos días, me encontraba en mi consultorio trabajando como de costumbre, había sido un día muy pesado debido a que había tenido muchos pacientes. Se acercaba la hora de irme cuando mi secretaria me avisó que había llegado un paciente sin cita y preguntaba si podría atenderlo porque se sentía muy mal. Dudé un momento porque estaba cansado, pero al final le dije que lo hiciera pasar. Cuando el paciente entró casi me caigo de la silla. Era un macho perfecto. Alto, como 1. 80 aproximadamente, gordito, pero como es alto más bien se veía fornido. Una barba de candado muy bien cuidada y una voz de macho que me dejo atónito. -¡Buenas noches doctor! Escuche esa voz tan gruesa, tan varonil. Me sentía tan emocionado, era un hombre como los que pocas veces te encuentras así, por casualidad. Era casi perfecto. Lo único que le faltaba para ser perfecto para mí, era tener un cuerpo lleno de pelos por todos lados, y estaba a punto de averiguar si los tenía. -¡Buenas noches! Contesté amablemente a su saludo. Dígame, ¿En que lo puedo ayudar? -Doctor, tengo un dolor de garganta bastante severo. Hace tres días que me empezó, pero honestamente no soy de ir a ...
    ... doctores, siempre sano yo solo. El problema es que no eh sanado, y el dolor cada día es más fuerte, y hoy ya no aguanto el dolor en mis articulaciones. Y lo peor de todo es que mañana tengo un partido de fut bol y no me lo quiero perder. Por favor ayúdeme doctor. -Muy bien, empecemos por decirme su nombre. ¿Cómo se llama? -Roberto, doctor. -Muy bien Roberto. Mi nombre es Eduardo. Por favor siéntese en la cama de exploración y quítese la camisa. Roberto hizo caso a mis indicaciones. Mientras tanto yo me colocaba unos guantes, y tomaba mi estetoscopio para revisarlo. Cuando voltee hacia donde estaba él, sentí choques eléctricos en todo mi cuerpo. Era una cantidad asombrosa de pelo negro cubriendo todo su pecho. Una pancita redondita. Unos pezones redondos y rosados que contrastaban con el negro intenso de sus vellos. Respire profundo y proseguí a hacer mi trabajo. Mientras lo revisaba, comenzamos a platicar. -¿Qué edad tiene usted Roberto? -42 años, doctor. -Muy bien. Entonces, ¿Le gusta mucho el futbol? -Desde bien chavillo doctor. EL futbol era mi vida. Mi sueño era llegar a una liga profesional, pero no se pudo. -¿Por qué no? ¿Qué pasó? -Pos siembre eh sido bien caliente doctor. Siempre eh tenido una debilidad por el sexo. Y Pues cuando tenía dieciocho años, embaracé a mi novia, tuvimos a nuestro primer hijo y pues no me quedó de otra que empezar a buscar un empleo, para sacar adelante a nuestra familia. -Eso habla bastante bien de usted Roberto. Pero si eso fue hace años, ¿Por qué ...
«1234...»