1. Victor, mi amigo del alma


    Fecha: 07/08/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando llegué de Londres para asistir al funeral de mi padre, Víctor, mi amigo del alma, me esperaba en el aeropuerto con la cara fruncida por el dolor. En los últimos años, mientras yo me preparaba para ser un gran directivo, él se había convertido en el hombre de confianza de mi padre. Tras la muerte de mi madre, incluso se había trasladado a la mansión familiar para apoyarle y hacerle compañía.
    
    En los últimos cinco años, había visto a Víctor en contadas ocasiones. Las escasas temporadas que yo pasaba en Barcelona coincidían siempre con las épocas de máximo trabajo en la empresa de mi padre y Víctor viajaba por todo el mundo para atender los negocios mientras papá se tomaba un descanso para estar conmigo esos días.
    
    Dos días después del funeral, con la ayuda del mayordomo, ordené la ropa y los enseres personales de mi padre.
    
    Esperé a Víctor para cenar, charlamos de nuestras cosas, nos dimos las buenas noches y le comenté mi intención de leer cierta correspondencia privada que había encontrado en el despacho de mi padre.
    
    Víctor intentó disuadirme diciendo: "No sé si estás preparado para leer todo esto". Le dije que ese comentario era totalmente absurdo. Él me lanzó una mirada enigmática, a la que contesté: "Estoy preparado para lo que sea". Él me espetó un brusco "¡Quizás!" y salió del comedor dejándome con la palabra en la boca. No di mayor importancia a su reacción. Me despedí del servicio y me fui a mi habitación.
    
    Me desnudé y me tendí en la cama cogiendo ...
    ... la primera de las cartas de papá. La mayoría eran invitaciones a actos estúpidos, pesadas cartas formales y cosas por el estilo.
    
    Estaba por apagar la luz y acostarme cuando descubrí una carta muy distinta a las demás. Era una apasionada carta de amor, de fecha muy reciente, firmada con un enigmático garabato. No me extrañó en absoluto que mi padre pudiera volver a enamorarse -era aún joven, muy sofisticado y realmente atractivo- pero me intrigó quien podía ser esa mujer. Releí la carta varias veces para ver si daba con alguna pista. Mi búsqueda fue inútil. De repente me vinieron a la mente las últimas palabras de Víctor: era evidente: si alguien sabía algo de la vida privada de mi padre, ese era él.
    
    A la mañana siguiente me levanté muy temprano. Me duché en 5 minutos y, sin vestirme siquiera, y me dirigí a la habitación de Víctor. No me molesté en llamar. Entré de sopetón, abrí las cortinas, le zarandeé y le dije sin reparos: "Quiero saber quien era la novia de mi padre". Él me miró sorprendido, me hizo una mueca y se giró para intentar dormir. Insistí y se incorporó. Me miró con ternura, miró el despertador y balbuceó un casi imperceptible "Joder".
    
    Fue suficiente. No iba a dejarle meditar la respuesta. Me puse encima de él y empecé a hacerle cosquillas como cuando éramos niños. Él intentó zarandearse para evitarme y casi lo consiguió. Rodamos abrazados por la cama mientras él intentaba liberarse de mí. De repente noté como mi pene se excitaba. No supe que hacer y me ...
«123»