1. Desayuno a la cama...


    Fecha: 07/10/2017, Categorías: Humorísticos Autor: Srita. Sweet Ca, Fuente: CuentoRelatos

    ... hablar de mi vida y de mis problemas. Lo único que quiero es disfrutar de ti y de tu compañía como en los viejos tiempos ¿te acuerdas?”.
    
    Metros adelante, doblo a la derecha y estábamos enfilándonos para entrar a uno de los Hoteles en los que algún día cogimos–“¿Es en serio Diego?”- me miró, me sonrió y procedió a ubicar el mejor lugar disponible que hubiera. Estacionó el auto, se quitó el cinturón de seguridad y se abalanzó sobre mí, me besó de una manera que francamente era imposible decirle que no y yo, sólo me deje llevar. Él sin decir una sola palabra continuó besándome, metió su mano por debajo de mi camiseta, me acarició tierna y lentamente los pezones, conforme iba aumentando la intensidad de sus besos sus dedos apretaban y jalaban mis pezones. En ese momento lo único cierto eran dos cosas: la primera, que él ya tenía una erección hasta las nubes y la segunda: que deseaba tanto recordar los motivos que me volvían loca por él.
    
    Entre fajes, llegamos a la habitación, abrió la puerta se situó detrás mío, me tomo de la cintura y empezó a morderme los hombros, tanto como si quisiera comerlos, bajo los tirantes de mi camiseta, quito el top y me acarició suave y detenidamente mis senos, como si quisiera delinearlos. Perfectamente sentía como su erección estaba al tope.–“¿Te gusta?, nos sabes cuánto deseaba olerte y tenerte para mi solito otra vez. De hecho no sabes las ganas que tengo de bajarte los pantalones, empinarte y cogerte tan duro como pueda.”.
    
    Era obvio que ...
    ... aquello me estaba encantando, era como haberle puesto pausa a lo que tuvimos alguna vez. No era el beso, la caricia, el faje, el cachondeo, era él, su olor, su manera de comportarse, de tratarme, su manera de decir las cosas tan impositivo como siempre, era el sentimiento de una apenas vislumbrada dominación.–“Si te gusto tanto, si lo deseas tanto y si me buscaste para esto, entonces la cosa es simple: ¡cógeme ahora!”-me dio la vuelta hacia él, tomó mi barbilla, la apretó y me planto un beso de esos que te dejan sin aliento, me beso el cuello y cuando llegó a mi oreja escuche– “Tú también lo quieres. ¡Voltéate!”-. Me di la vuelta, me empujó hacia la cama y me puso en cuatro, bajó mi pants, bajo mi tanga, me abrió las piernas, las nalgas y… ¡entro!, comenzó a embestirme como bestia ansiosa por comer, él sabía perfecto que amo el sexo rudo y vaya que me complacía muy bien. Tomó mi cabello con fuerza hacia él mientras me cogía duro y rudo–“¿Esto es lo que querías sentir?, ¿Apoco no la extrañabas dentro de ti?”- mis gemidos no me dejaban hilar ninguna palabra, cada vez estaba más cerca de hacerme explotar de llegar al nirvana.
    
    -“¡Cógeme así!, me encanta como me coges, como me dominas, como soy una muñeca de trapo en tu dominio”- paro, me volteo y me sigo dando riquísimo, al son de sus embestidas apretaba el “botón mágico” hasta hacerlo chorrear no una, ni dos, tres veces. Adoré como me cogía mientras nuestras miradas chocaban, mientras escupía mi vagina y me masturbaba ¡vaya ...