1. La estancia


    Fecha: 02/08/2020, Categorías: Anal Autor: MartaMo, Fuente: xHamster

    ... constancia de lo zorra que puedo llegar a ser, y me distendí apoyándome hacia atrás en el sofá y, aflojé las piernas.Al sentir que la presión de las piernas desaparecía, las abrió con la mano, levantó la falda y, sin pensar en si pudiera o no entrar alguien, sus dedos comenzaron a rozar mis labios vaginales.La humedad comenzaba a brotar de mi raja y, sentía sus dedos, pasar por entre los pliegues de mis labios vaginales separándolos, y haciéndome disfrutar con el gesto. Seguíamos hablando y bebiendo como si nada, mientras, mi coño daba picotazos de deseo y placer y yo me abría completamente de piernas.Con las piernas abiertas, sus dedos comenzaron a entrar y salir de mi rajita con facilidad, y gemía suavemente, mordisqueándome los labios. Pronto, sus dedos pasaban de entrar y salir dentro de mi húmedo coñito, a acariciar y frotar mi clítoris que, estaba hinchado, todo sonrosado y húmedo y, me estremecía, provocándome dos orgasmos seguidos de lo excitada que estaba.Aún no había palpado su entrepierna, pero se notaba a simple vista, el bulto crecido de forma descomunal debajo del pantalón de vestir.Soltamos las bebidas en la mesa y nos dejamos llevar por la lujuria y el deseo.Me tumbó boca arriba en el sofá y, levantándome la falda, se inclinó sobre mi vulva y comenzó a lamerla, sorbiendo todos los jugos vaginales emanados por los orgasmos, con gestos y sonidos de placer y delicia.Con su lengua abriéndome los pliegues de mis labios vaginales que recorría mi clítoris y, ...
    ... presionaba con sus labios, tuve otro orgasmo que a penas podía contener, completamente abierta de piernas, y mientras me corría en su boca, sentí cómo me entraban dos dedos en mi ano, dilatándolo y estimulándolo.Su boca seguía con mi coño, sorbiendo jugos y, lamiéndolo entero, mientras sus dedos entraban y salían de mi agujerito negro agradecido por la atención prestada.Se sentó en el sofá y, se sacó por la cremallera bajada, la polla, dura y tiesa, y bastante gruesa, me asió del pelo y, me obligó fuertemente a tragarme la polla, chupándola que, también estaba ya mojada de los jugos emanados por la excitación. Su sabor era ácido pero agradable, al no ser demasiado fuerte.La succioné con mis labios y con mi boca, mientras mi lengua la recorría un poco, notando cómo se engordaba algo más aún de lo que ya estaba y, cogiéndome por las caderas, me sentó encima, clavándome la polla por el culo, apretando hacia él y enculandome bien enculada.La falda la levanté, dejando que la cámara recogiera la enculada, comencé a saltar encima con la polla bien dentro, mientras sus dedos estimulaban mi clítoris. Si alguien hubiese entrado, nos habría pillado con una buena enculada en medio de un salón de un hotel.Mi culo estaba abierto, pero dilataba con cada embestida de ese bestial instrumento, que entraba y salía, y apretaba asiendome por las caderas, una y otra vez.Pronto sentí el orgasmo provocado por las caricias del clítoris, y con los espasmos de placer, noté su leche derramarse dentro de mi ano, ...