1. Convirtiendo a Patricia en una perra insaciable...


    Fecha: 01/08/2020, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Lesbianas Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... profundo; mientras ella seguía moviendo sus dedos para acariciar la concha de Patricia.De repente mi amiga logró lo que quería: Patricia arqueó su espalda contra el respaldo del sillón y abrió su bonita boca roja para gritar a todo pulmón.Los expertos dedos de Helena habían conseguido hacerla acabar como a una perra en celo.Patricia enseguida recuperó su compostura y pidió perdón, diciendo que jamás una mujer le había provocado tanto placer, utilizando solamente sus dedos…Helena se inclinó hacia ella y la besó en los labios. Ese beso de lengua dejó loca a su invitada.Después mi amiga propuso que nos desnudáramos las tres. Para dar el ejemplo, ella se quitó sus ajustados jeans y yo me humedecí al ver que no llevaba ni una mínima tanga. Su hermosa labia depilada relucía brillando también de humedad…Yo me bajé los pantalones y Helena sonrió al ver mi tanga humedecida. Me dijo que era una terrible puta y eso me gustó.Le tocó el turno a Patricia; que con algo de vergüenza se desprendió la pollera. Tenía unas lindas piernas bien torneadas; la cola parada y una sedosa y suave piel.Helena se sentó a mi lado y comenzó a besarme. Entrelazamos nuestras lenguas y mirábamos de reojo a Patricia; que se estaba acariciando la concha por encima de su tanga.Entonces ambas nos acercamos a ella y yo le quité esa tanga ya algo humedecida. Helena le comió la boca y esa chica gimió, ya totalmente entregada.Mientras ella tenía su boca ocupada con Helena, yo aproveché para abrirle los muslos y ...
    ... zambullir mi cabeza entre ellos. Lamí sus labios vaginales y Patricia gimió ahora en un tono más elevado. Alargó su mano y empujó mi cabeza contra su labia. Mi lengua se hundió en su concha y comencé a lamerle el clítoris.De repente se retorció de placer y entonces esa chica tan recatada acabó en mi boca; gimiendo y suspirando.Mientras ella se retorcía sobre mis labios, Helena lubricó un dedo con saliva y se lo metió por esa apretada entrada trasera.Patricia se sobresaltó y emitió un agudo chillido. Mi amiga comenzó a deslizar ese dedo dentro y fuera de esa linda cola.Patricia comenzó a gemir y me miró como pidiéndome ayuda; pero yo le sonreí y ella hizo lo mismo. Ya estaba entregada nomás…De repente Helena sacó su travieso dedo y desapareció de la escena. Le propuse a Patricia que me lamiera la concha; para que conociera por fin cómo era el sabor de la esencia de una mujer.Mientras ella estaba en cuatro frente a mi concha, lamiendo con desesperación; Helena regresó de su habitación. Llevaba colocado en la cintura ese tremendo consolador color negro, bien conocido por mí, adosado a un arnés de cuero. Se arrodilló detrás de Patricia y la tomó por las caderas.La recatada mujercita giró la cabeza y vio lo que le esperaba. Intentó zafar e incorporase; pero yo le inmovilicé los brazos y Helena la sujetó con mucha firmeza por la cintura…Esa mujer estaba tan caliente que finalmente aceptó que Helena la cogiera con ese magnífico juguete de silicona.Mi amiga la penetró con suavidad al ...