1. La libidinosa tía de mi novia


    Fecha: 31/07/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras observaba lujurioso sus seductoras tetas de fulana depravada.
    
    Me magreaba con delicadeza los cojones y me pajeaba con vicio pervertido el rabo para que se me pusiera dura.
    
    Se bajó de mi tripa y se colocó a mi lado para empezar a comerme el rabo, pero después de un par de lamidas, consideró despojarse de su libidinoso y obsceno tanga de zorra en celo que tan lascivo y lujurioso me ponía.
    
    —¡te voy a comer el rabo, cabrón!, ¡me has puesto cachonda!—jadeo Cristina.
    
    —Pero que zorra eres querida Cristina, me pones cachondo cuando me haces esto —confesé.
    
    Cristina se metió mi enardecido rabo y comenzó a mamar y chupar mi rabo como una zorra posesa y gozaba, la muy guarra, de la lujuriosa mamada que me estaba pegando.
    
    —¡que pollaza tienes, cabrón!, ¡me encanta chuparla, es un vicio! —admitió Cristina.
    
    La golfa Cristina, pajeaba y magreaba mi enhiesta pero dura verga y yo me regodeaba con sus trabajos manuales que tanto me encendían.
    
    —¡ah!, ¡ah!, ¡ay así!, ¡ah!, ¡ah!, ¡uff! —gemía yo.
    
    Yo gemía como un cabrón lascivo mientras la tía de mi novia mamaba con placer y deleite mi enhiesta verga y Cristina volvía a pajearme e introducir mi gorda polla para volver a lamer, relamer, lengüetear y mamar mi caliente rabo.
    
    —¡ah!, ¡ah!, ¡ay así!, ¡ah!, ¡ah!, ¡uff!, ¡que gustazo me das, zorra!—bramaba yo de placer.
    
    Cristina no paraba de tragar mi polla y meneaba su cabeza arriba y abajo y yo me regocijaba y regodeaba del bucal placer tan obsceno que esta ...
    ... puta zorra me producía.
    
    Se quitó el sostén, pero a mí no me gustó y proseguía a pajearme y lamer la punta de mi enhiesto cipote con su lengua de fulana libidinosa.
    
    Sacaba y metía mi polla en su boca para lengüetear y lamer mi rabo para finalmente, incorporarme y que ella prosiguiera mamando, tragando y chupando mi rabo cual fulana libertina.
    
    Cogí un gel de la mesilla de noche y Cristina se aproximó más a mí para que se lo untara sobre esas soberbias tetazas de zorra.
    
    Mientras le untaba el gel, Cris, me pajeaba y observaba la dureza de mi rabo de macho en celo y luego ella me colocaba un preservativo para pajearme más la polla.
    
    —¡que pollón tienes, hijo puta!, ¡solo tocarlo, me vuelve loca!—admitió Cristina.
    
    Dejamos este acto y la fulana rubia de Cristina, se posicionó a cuatro patas cual perra en celo para que la jodiera ampliamente en esta postura que a ella le hacía sentirse más guarra y más golfa.
    
    —¡me pones muy cachonda, cabrón!, ¡hoy quiero ser tu puta! —aceptó Cristina.
    
    Le hinqué la polla en el coñargón a esta puta zorra de Cristina que jadeaba y gemía al sentir los primeros empellones de mi rabo.
    
    —¡nadie me jode tan bien como tú, cabrón!, ¡taládrame! —vociferó Cristina.
    
    Yo jodía el muy bullente chochazo de la fulana libidinosa Cristina a la par que observaba atentamente como salía y entraba mi rabo en las profundidades sexuales del agitado chochazo de la ramera libertina Cristina.
    
    —¡jode a esta puta zorra! —bramaba Cristina jadeando.
    
    La ...