1. 45.2 Convivencia de cuatro


    Fecha: 30/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... charla de Tristán.
    
    La comida y los cafés nos llevó más de tres horas en una agradable tertulia, nos despedimos para volver a casa, habíamos quedado a una hora determinada para acudir al lugar donde Tommy había decidido llevarnos, acordándolo con Nico, en esta ocasión Alan y Tristán estarían con nosotros en la fiesta.
    
    Cuando llegamos a casa nos fuimos a nuestra habitación para descansar y prepararnos para la noche, Gonzalo se sentó en la butaca cercana a la ventana, me arrodillé ante él y coloqué mi cabeza sobre sus rodillas abrazado a su cintura. Pasó su mano por mi cabeza revolviendo mi cabello.
    
    -Te amo Gonzalo, te amo, te amo. –elevé la mirada y acaricio mi mejilla, pensativo.
    
    -No termino de entender que tu amigo tenga ese amante, pienso que es muy mayor para él. – le sonreí y bajé mi cabeza para morderle la pierna.
    
    -Es el amor, quizá esté tan loco por él como yo lo estoy por ti. –abrió sus piernas y me cogió de los brazos tirando de mí.
    
    -Ponte de pie, o mejor siéntate aquí, te vas a dañar las rodillas en esa posición. –me señalaba sus piernas para que me sentara en ellas.
    
    -Estoy muy a gusto así, no tienes que preocuparte. –a pesar de todo, me senté como él quería y abracé su cuello colocando mi barbilla en su hombro.
    
    -¡Oh! Daniel, que niño eres. –sus brazos me apretaban muy fuerte y sujeté su cara entre las palmas de mis manos, comencé a comerle a besos, me sentía locamente enamorado.
    
    Era un momento tan romántico, tan bello y tierno compartiendo ...
    ... nuestro aliento y besándonos sin cansancio con besos incandescentes y eternos. Comenzó a sacar mi camisa del pantalón y meter sus manos para acariciar mi pecho, los besos se volvían apasionados.
    
    Le levanté y le llevé de la mano hasta la cama y comenzamos a quitarnos la ropa el uno al otro, nuestras caricias nos llenaban de pasión, las manos no dejaban de explorar los cuerpos y acariciar cada rincón y curva que encontraban.
    
    Nos tumbamos para comenzar a mamarnos el pene disfrutando de nuestros sabores y la suavidad de nuestras vergas, sentía a Gonzalo deseoso de hacerme el amor y meterse en mí, comenzó a masturbar mi pene con una mano y con la otra a penetrar mi culo con sus dedos, se abría camino empujando con suavidad y lamiéndolos para humedecerlos.
    
    Comencé a jadear de placer cuando los tuvo dentro, y jugaba a follarme con ellos, metiéndolos hasta llegar al lugar donde lograba que, de mi verga, fluyera un río de precum. Chupaba de la punta de mi glande cuando se llenaba de flujos y suspiraba también. Algunas veces se estiraba para que fuera su lengua la que llevara mi precum hasta la entrada de mi culo y allí lo metía con su lengua.
    
    -Me matas de placer, quiero que me la metas. –me era difícil hablar y articular las palabras, el placer me llevaba y solo sabía gemir, sollozar del placer que me daba.
    
    Volvió a meter su lengua y forzó ni ano para entrar con ella, subió un escalofrío que corrió por toda la columna obligándome a tirarme hacia atrás.
    
    -Mi amor, por ...
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