1. mi papa y yo (2)


    Fecha: 29/07/2020, Categorías: Incesto Autor: gabyhot26, Fuente: SexoSinTabues

    Hola a todos. Pues ya me conocen, mi nombre es Gaby, tengo 26 años, mido 1.73 y pues mi mayor atributo son mis tetas (34DD), cintura fina y caderas un tanto prominentes. Pues bien, continuo con lo vivido con mi padre. Esa misma noche luego de que papá y yo nos tocáramos bajo la frazada viendo películas, mi forma de verlo cambió radicalmente y de forma inversa, lo descubría mirándome de arriba abajo, recorriendo mis curvas sin disimulo alguno y no les mentiré, yo también lo miraba morbosamente, su verga larga y gruesa marcándose en sus pantalones, bermudas, shorts, en todo. La relación de por sí ya era muy buena, hablábamos de todo, convivíamos mucho, pasábamos mucho tiempo juntos y más todavía ya que un par de semanas después mis hermanos hicieron un viaje de estudios a Canadá como complemento a sus carreras en la universidad, situación que nos dejó solo por un mes completo. Desde que comenzaba el día las situaciones ya comenzaban a ocurrir. Cuando eran días de escuela nos levantábamos muy temprano tanto para darnos tiempos en la regadera como para desayunar y que mi padre se fuera a trabajar dejándome de paso en la secundaria. Sin embargo, las cosas eran poco típicas, yo salía de la cama y andaba por la casa sin ningún reparo en mi ropa de dormir que consistía en varios shorts muy pequeños que solo me cubrían lo necesario y playeras de tirantes semitransparentes por arriba del ombligo y mi padre hacia lo mismo, andaba solo en bóxer, mostrando sus ya esperadas erecciones ...
    ... matinales abultándose. Me metía yo primero a bañar y luego él, pero por las prisas luego él usaba el escusado mientras yo me duchaba en la regadera, no nos mirábamos ya que la regadera está rodeada por muros de cristal opaco y es un baño muy extenso en el que pueden hasta haber 6 personas sin problemas platicando jejeje. En esas prisas él me veía salir de la regadera apenas cubierta por la toalla mostrando la mitad de mis tetas y medio muslo, cosa que notaba como lo empalmaba y en ocasiones yo lo veía salir de la regadera, secándose el cabello con su toalla mostrándome sin reparo su pene. Lo mismo el fin de semana cuando pasábamos casi todo el día en casa y andábamos en nuestras ropas (si así se puede llamar, porque no eran más que unos cuantos pedazos de telas) desayunando en la mesa larga de la cocina o haciendo el aseo entre los dos. Parte de nuestra convivencia y charlas se daban cuando me llevaba a la escuela, nos preguntábamos de todo y reíamos, pero un día la charla cambio de rumbo drásticamente por una razón que no me sorprende para nada. Mi uniforme no era fuera de la norma pero eso no quitaba que yo no lo luciera con orgullo debido a mi hermosa figura, incluso el pans me hacía ver sexy, se me veía un culito muy bien paradito y redondo, pero el bueno era el uniforme, mi falda de tablillas un poco arriba de la rodilla, que si bien era algo holgada con mis bien formados muslos hacia babear a más de uno; las calcetas blancas llegaban hasta mi muslo, dejando un centímetro de ...
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