1. Paloma y sus sueños


    Fecha: 28/07/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Yo tenía aproximadamente 19 o 20 años la primera vez que recuerdo tener un sueño así. Supongo que para su deleite personal me describiré físicamente, ahora tengo 26 años y soy dicen muy atractiva, morena con el pelo liso, de 1.74 de estatura. Ojos grandes y boca generosa. Uso una 90 de pecho tengo unas tetas bonitas y grandes aunque un poco bajas (no demasiado), mucha cintura y lo mejor de mí dicen es mi trasero y mis piernas. Casi todos consideran que soy una chica recatada y normal, mí trabajo es de comercial, y como mi jefe me dice muchas veces es gracias a mi simpatía, saber estar y apariencia que muchos clientes se sientan inclinados como mínimo a escucharme. Les contaré poco a poco y en varios relatos cómo descubrí que me gustaba ser usada y algo maltratada en el sexo, vamos que era sumisa, cuando sin embargo soy algo más dominante en los demás aspectos de la vida, la vida siempre tan ambigua ... Como descubrí hace 6 años.
    
    Aquella temporada tenía unos 20 o 19 años como ya dije, no lo recuerdo exactamente. Sólo sé que era una niña muy recatadita con el sexo, de mentalidad católica, asustada del embarazo, y desconocedora de gran cantidad de cosas ... Mis únicos contactos con el sadomasoquismo o algo parecido son recuerdos leves de mi infancia, mi padre veía mucho cine clásico y mudo. Solían reponer antiguas películas donde chicas atadas a la vía del tren o perseguidas por malignos personajes eran justo a punto de sufrir una muerte o tortura seguras, rescatadas por ...
    ... el héroe. Yo siempre deseé, como descubrí años después, que me metía en el papel de esas mujeres, ya de niña, y que siempre deseaba que el héroe no llegase nunca. Pero mi primer deseo plasmado fue un sueño que me perturbó hasta el límite ...
    
    Esos meses de verano de hace unos 6 años eran para mí complicados, pues siendo una chica que gustaba bastante había tenido 3 novios en tan sólo 2 meses. Con sus correspondientes ataques de celos, intentos de sobrepasarse y crisis de enamoramiento por mi parte. Cerca del final del verano y algo preocupada por mis entonces preparativos para mis exámenes de septiembre; decidí no salir y dedicarme a estudiar en casa. Mi última relación había estado cargada de intentos sexuales por parte del que por aquel entonces era para mí una especie de novio. Me habían sobado por primera vez las tetas. Era casi un ritual cada vez que él me veía, me las mesaba durante todo el rato que se enrollaba conmigo y casi ni siquiera me tocaba las piernas o me abrazaba. Las últimas semanas me cogía de espaldas a él y me metía las manos entre las piernas y pese a mis quejas y suplicas y continuos no el seguía frotándome. Yo siempre volvía húmeda a casa pero cargada de sentimientos de culpa.
    
    Las últimas dos semanas sólo le había visto para hablar, cosa bastante rara con él, un muchacho que realmente me gustaba por su superficialidad, cosas de mujeres jóvenes, por su moto y por su aparente liderazgo frente a sus amigos. En realidad era un estúpido.
    
    Yo no me ...
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