HISTORIA DE UNOS CUERNOS - Relatos Eróticos

HISTORIA DE UNOS CUERNOS

... terminó de todas las explicaciones le dijo que ella, no estaba por la labor, asi que él no le dio mucha credibilidad. Cuando se fue de la casa y subió al coche, solo hacia pensar en la polla del chico, mmmmm que rico sería ver esa verga en el chocho de mi esposa, la haria gritar de verdad, llegó a la casa, ella estaba viendo la tele, la saludo, apenas hablaban, ella mas o menos imaginaba de donde venía, tras comer algo se sentó, quiso hablar con su esposa esta apenas contestaba con monosilabos, cuando finalmente volvió a intentarlo por enesima vez. - Hay un chico que sería perfecto, vive solo, parece buena persona pordriamos probar, ver que ocurre - Otra vez lo mismo - Siempre estas a la defensiva, se practica, yo te lo ofreezco abiertamente, tener un amante, discretamente, que te guste, que te de el sexo que yo no te doy, la vida a cambiado no es como 25 años atras, ademas si estamos de acuerdo tu y yo que importa lo demás - ¿tu me quieres? - Si muchisimo - No lo parece, para mi, no se si acabar con todo, pues ya no encuentro sentido a nada - Quererte no significa sexo, ojala pudiera dartelo, te quiero, te quiero junto a mi, no sería nada sin ti, pero en el sexo, somos incompatibles por mi culpa, dame una oportunidad, probemos, Ella se calló, en la noche en la cama despierta, pensaba, ¿como sería los hombres que conocía él?, por las conversaciones que leyó, no se veian muy educados, aunque también era el contexto, o eran degenerados, si era asi tambien lo era su marido, ...

... pero ella no lo tenía por tal, salvo ese problema en lo demás era el hombre perfecto para una mujer, podría conocer a uno, simplemente tomar algo conocerlo nada más, estuvo dias pensandolo hasta que se lo dijo a su marido, dejandole muy claro, solo era tomar algo, conocerlo, nada más. El marido, sabía muy bien a quien elegir para que conociera, a el chico que le había impresionado, con semejante pollón, había intentado quedar con él de nuevo, pero él siempre lo habia esquivado, la excusa a veces habia sido que lo engañaba con lo de su mujer, le puso un wasa, quieres conocer a mi esposa, la contestación tardó, tardó horas, fue como y cuando, pero él le contestó que debian hablar antes a solas, acepto. Se encontraron esta vez en un bar, se lo explicó sin engañas, sin falsas esperanzas, solo habia aceptado a salir a tomar algo los tres, él aceptó tambien. Estaba nervioso, habia llegado el dia, esa tarde la conocería , ¿como sería?, apenas le habia contado él nada sobre ella, tampoco se hacía grandes esperanzas pero, al menos era mejor que estar en casa sin hacer nada, en parte era muy emocionante. Ella, ahora se estaba arrepintiendo, aunque, finalmente fue, preguntandose que se encontraría, iban a tomar unas cañas y unas tapas, por la tarde noche, iba con un vestido, al fin se encontraron, él llevaba allí mas de diez minutos, cuando ellos llegaron su marido los presentó, habian elegido una terraza, era mayo, ella observo que era mas alta que él, tampoco era muy atractivo, delgado, ...