1. Marcela una jueza golosa


    Fecha: 26/06/2017, Categorías: Confesiones Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... la mano y la hice acostar sobre la cama, acostándome yo a su lado. Ella tomó mi pija y agarrada de ella se durmió, algo que también hice yo.
    
    Me desperté al mediodía y al tratar de levantarme, para lo cual traté de abrir su mano pues ella me seguía agarrando la pija, se despertó también Marcela, entonces me preguntó si me pensaba escapar, le aseguré que era lo último que se me podía ocurrir, que solo iba a ir a hacer un poco de agua, ella riendo me dijo que fuésemos juntos y que luego nos bañásemos porque olíamos a flujo y semen.
    
    Eso hicimos, aunque aprovechamos, mejor dicho, se aprovechó de mi nobleza, como diría el chapulín colorado, pues me franeleó la poronga, con la excusa de que tenía que enjabonarla bien para sacarle los restos de su flujo, hasta que esta estuvo otra vez en pie de guerra y se clavó nuevamente en su argolla.
    
    Ella se colgó de mi cuello y cruzó sus piernas por sobre mis caderas, yo me apoye contra una de las paredes de la ducha y ella subió y bajó, ensartada en mi pija, hasta que exhaló un grito, que debió ser oído por todo el edificio, y clavando sus uñas en mi espalda tiró su tronco para atrás, con tanta fuerza, que de no haber estado firmemente afirmado hubiésemos caído ambos al suelo. Se enderezó y dándome las gracias desarmó la postura en la que estábamos y poniéndose en cuatro me pidió que la ensarte por el orto, cosa que no me hice repetir, e inmediatamente procedí a colocar la punta de mi verga contra su ano y empujé enterrando la misma ...
    ... de una sola estocada, luego agarre sus tetas y utilizándolas para darme apoyo se la saque y metí rápidamente, mentiría si dijese que quería darle placer, pues en ese momento solo quise sacarme la calentura que me agarré por su acabada anterior por lo que, sin pensar en nada, se la metí y saqué como un poseso, apretando sus pechos como para sacárselos por sus pezones, rápidamente llegué y según me dijo después, ella lo hizo dos veces, quedé destruido, recostado sobre su espalda, por lo que cuando mi pija salió de su cueva posterior solo tuve fuerzas para lavarme, y me fui a acostar; cuando ella salió del baño, se tendió a mi lado y me dio un beso en la boca para luego preguntarme si ya estaba repuesto, a lo que le contesté que casi, pues si bien para coger me faltaba recuperarme para otras cosas no tenía problema, por lo cual riéndose, me dijo que nos vistiésemos y fuésemos a almorzar a algún sitio, cosa que hicimos y luego la llevé a su casa.
    
    A partir de ese día nos veíamos casi todos los días y ella se quedaba a dormir en mi casa o yo en la de ella.
    
    La mayoría de las veces era ella la que se quedaba en mi casa pues como le gustaba gritar cuando tenía un orgasmo, y casi siempre lo hacía más de una vez, prefería que lo hiciésemos en casa porque ahí su hija no escuchaba, aunque en algunas oportunidades, ocasiones en que su hija salía con su novio o se quedaba en casa de una amiga, me quedaba a dormir en su casa luego de la cogida reglamentaria.
    
    Este fue el motivo por el ...