1. Noruega y mi familia tienen su encanto...


    Fecha: 17/07/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Obviamente no voy a poner los nombres reales.
    
    No estaría bien. Tiempo después me di cuenta de que todo lo que me ocurrió fue tan poco consentido como realmente disfrutado por mí. Quizás tengo una parte enfermiza, quizás tengo una parte pervertida… y quizás toda mi familia lo sea porque lo que no me haya pasado con ellos…
    
    Fue cuando tenía dieciocho años. Como iba a ir al año siguiente a la universidad, mis padres (que tienen lo suyo, pero es un episodio aparte) decidieron mandarme con la familia de mi madre, en Trondheim, Noruega. Yo ya había estado allí, varios veranos y un par de Navidades. Eso sí es blanca Navidad y lo demás es tontería.
    
    Freya y Sigurd son encantadores. Freya es la gemela de mi madre, que se mudó a España, a la Costa Brava, se enamoró y se quedó con mi padre. Yo fui el resultado.
    
    Me mandaron en avión directo Barcelona-Oslo y de ahí en un vuelo interno, a Trondheim, que está a mitad de altura del país, siendo su punto más al norte el círculo polar ártico. Allí los veranos no pasan de los veinticinco grados de media. Mis tíos viven a las afueras, en una zona cercana a un lago y metida en un bosquecillo.
    
    Cuando llegué me recibieron con fiestas y un banquete, ellos dos y mi prima Lania, que joder, tiene veinte años y está mortalmente buena. Ya os contaré.
    
    Los primeros días fueron una tortura. No sabía que eran… nudistas. Joder, sí. Tía Freya tiene cuarenta y largos, el cuerpo tonificado, con sombra de abdominales pues es una obsesa del ...
    ... ejercicio. Tiene el cuerpo blanco, sin pelos apenas salvo la coleta de la cabeza y los pechos son redondos algo separados por el ejercicio, de pezón siempre duro que apenas me dejó concentrarme además de tocarme como un mono cada noche. La raja del coño no podía contener un prominente clítoris y labios, y que además no se cortaba lo más mínimo en acariciar como con un tic. Sigurd, mi tío, también está muy bien de físico. Hace menos ejercicio, es arquitecto, pero está muy tonificado, marca pectorales y tiene un buen aparato que le colgaba y cimbreaba alegremente en los trotecillos que daba cada mañana y cada anochecer alrededor del lago. Y que nunca supe por qué, me la amorcillaba… luego sí supe por qué, pues resultó que soy bisexual. Y Lania… dios, Lania está buenísima. Es más natural que su madre, igual de alta, un metro ochenta, con los pechos más pesados, el pezón muy ancho y rosa; no marca abdominales, de hecho tiene un vientre normal, que al lado de su madre hace que parezca que tiene barriguita… pero hostias, hasta yo la tengo al lado de la pielseca de mi tía… pero pese a eso ambas saben bien…
    
    Ya he hecho las presentaciones en esta especie de terapia. Bueno no, falto yo. Me llamo Adam, mido un metro ochenta, (Sigurd es algo más alto, metro noventa el muy bestia), estoy en buena forma sin llegar a la tableta de chocolate pero siempre he sido fan de la mountain bike y el remo, así que tengo buenas espaldas y piernas. Y por qué no, estoy contento con mi aparato. No soy un ...
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