1. Rocío, la sirvienta. Cuarta parte.


    Fecha: 15/07/2020, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    A la mañana siguiente me desperté cuando mis padres se iban al trabajo. Una vez salieron, acudí al baño, y luego me relajé con una majestuosa paja recordando la escena del día anterior, y esperando poder repetir.Leyendo esperé a que llegara doña Rocío.- Buenos días, Javier.- Buenos días, Rocío.- ¿Qué tal has descansado?- Mucho mejor. Ya inflamación de la rodilla va bajando, y mañana a ver qué me dice el traumatólogo.- A ver si ya empiezas a mejorar. Si no hubiera sido por el susto que te di la semana pasada, ya estarías mucho mejor.- No le dé más vueltas. No hiciste nada, fui yo el que forcé la rodilla.- Ven que te ayudo a levantar, y te subo el desayuno.Qué delicia poder sentir ese maravilloso abrazo de ayuda. La verdad es que iba a echar de menos que por las mañanas me viniera a levantar. Desayuné todo lo tranquilo que pude, recordando los días anteriores, y Rocío me acercó al lavabo el cepillo y pasta de dientes.Ese día doña Rocío no entró al baño para asearme, así que salí hacia mi habitación con el pijama.- ¿Ya has acabado, Javier?- Sí, estaba esperando por si me ayudabas a lavarme.- No sé si es correcto que te lave. Mira lo que pasó ayer.- ¿Por qué dice eso? Ahora soy yo el que se siente mal. En ningún momento he querido hacer algo que le hiciese sentir mal.El alma se me cayó a los pies. De pronto toda la euforia me bajó por completo, y me sentía realmente triste. Hasta los ojos se me humedecieron.- No te preocupes, hijo. Soy yo, que soy así de boba.- Tranquila, Rocío. ...
    ... Ya me lavo yo un poco. Ya has hecho mucho por mí.- No, de verdad, Javier. Solo faltaba que te volviera a pasar algo por mi culpa. Vamos al baño, y ya te lavo yo.- De verdad, Rocío, que me siento francamente mal por lo sucedido. Es usted muy buena persona, y me he dejado llevar por mis instintos. No volverá a suceder.- No es culpa tuya, hijo. Es cosa mía, que debo ser así de boba.- Usted no es ninguna boba, es un sol de mujer.- Muchas gracias, Javier. Pero tú sí que eres un sol.- Solo puedo agradecerle todo lo que hace por mí, y, encima, voy, y me aprovecho de la situación. Ahora me siento falta, Rocío. De verdad que no era mi intención.- No es así, Javier. No sé explicarlo, pero no quiero que dejes de ser tú, y pierdas esa dulzura que tienes por culpa de las tonterías de esta vieja. Supongo que nunca me habían tratado así de bien, y me dejé llevar.- Ya te he dicho que ni es tonta, ni mucho menos vieja.- Vamos a dejar esta conversación, y te voy a lavar.Me desnudé de cintura para arriba en la silla de ruedas, y me acerqué al lavabo para que me lavara el cuerpo.- Anda, y vamos al banco, que te lave el pelo y todo el cuerpo, que sudas mucho en esa cama.- De verdad, Rocío, que me siento muy mal por lo sucedido.- No digas eso, Javier. Ahora la que se siente mal soy yo. Hoy me he despertado un poco tonta, pero ya se me pasa. No puede ser que, por mis bobadas, ahora estemos así.Me tumbé en el banco junto a la bañera, desnudo de cintura hacia arriba, y doña Rocío comenzó a lavarme la ...
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