Despidiendome de mi amado - Relatos Eróticos

Despidiendome de mi amado

... mente, sintiendo en mis manos como se tensaba sus nalgas y en mi barbilla cómo subían y bajaban sus cargados testículos hasta expulsar sus potentes chorros de espeso esperma estrellándose en el fondo de mi garganta haciendo que me los trague para no ahogarme por la cantidad y frecuencia de sus disparos.

Tres fuertes y riquísimos chorros inundaron mi boca de delicioso semen que saboree y tragué con ávido gusto y placer, seguí exprimiendo su falo hasta que depositó la última gota en mi boca, lamí golosamente su glande y limpié por completo su pene mientras enterraba mis uñas en su muslo al sentir un fuerte y maravilloso orgasmo apretando y fricción ando mis labios vaginales gozando plenamente de las dos corridas, una mojando por completo mi vagina y otra llenando mi garganta de espeso líquido blanco!!!!!!

Seguí lamiendo y besando su pene hasta quedar brillante por mi saliva se lo acaricié con mis manos sopesando sus bolas, me levanté y lo abracé fuertemente sintiendo cómo se oprimían mis senos contra su velludo pecho, dándome placer. Nos besamos acariciando nuestros cuerpos disfrutando como sus manos apretaban y separaban ricamente mis nalgas mientras yo recorría su espalda con las mías.

Me volteó e inclinó separando mis piernas, me apoye en la pared levantando levemente mi cadera para que me penetrara desde atrás; el recorrió con su pene que se iba endureciendo nuevamente en medio de mis nalgas entreteniendo se en puntear mi culito repetidas veces, metiéndome solo ...

... la punta y siguiendo su camino hasta mi vagina recorriendo la a todo lo largo hasta apoyar su glande en mi excitado e irritado clítoris haciéndome estremecer!!!!

Inició su penetración lentamente agarrándome de las caderas y avanzando poco a poco metiéndomelo unos 5 centímetros y sacando un poco pare introducirme en cada mete y saca un poco más de su duro y grueso pene hasta quedar completamente dentro de mí con su pelvis pegada a mis nalgas y sus bolas golpeando mi pubis rítmicamente en cada profunda penetración que me daba, acercándome en cada una a mi siguiente orgasmo, así me estuvo dando constantemente dándome un inmenso placer que no dejaba yo de suspirar y gemir por el gozo que tenía, hasta que apreté lo más que pude mis piernas y mis labios vaginales alrededor de su potente virilidad estallando en un orgasmo riquísimo y maravilloso que me nubló la visión.

Disminuyó la velocidad de sus embestidas haciéndome disfrutar cómo entraba todo su pene hasta topar con mi matriz y sentir como barría todo mi canal vaginal hasta sacarlo casi por completo dejando solo su glande dentro de mí, qué delicia al sentirme completamente invadida y llena de su trozo de dura carne!!!!

Así estuvo unos minutos más para después sacarlo lentamente y abriendo con sus manos mis nalgas, poner la punta de su miembro en la entrada de mi culito y comenzar a perforarlo lenta y delicadamente, avanzando y dilatando mi esfínter al máximo hasta sentir su escroto pegado a mis nalgas.

Me lo dejó ...