1. El vendedor


    Fecha: 06/07/2020, Categorías: Primera Vez Sexo con Maduras Voyerismo Autor: comechocho, Fuente: xHamster

    ... volvía a mirar a todos lados para ver si nadie se acercaba. Asi fue durante unos segundos más, hasta que a unos metros se vió venir a una señora con dos vestidos en la mano, y mientras el tipo caminaba hacia ella, con la mano izquierda hacía una seña hacia dentro del vestidor.Aproveché para acercarme un poco más y sentarme de nueva cuenta en el sillón detrás del estante de blusas. Mientras tanto el vendedor atendió a la señora de los vestidos y esperó pacientemente a que mi mujer saliera del vestidor con los mismos 4 pantalones que desde hacía 20 minutos traía en la mano.El tipejo la abordó de inmediato. Ella miraba al piso mientras el vendedor le decía no se qué tantas cosas. Hasta que de pronto, él dijo algo que la hizo levantar la mirada y verlo fijamente. Pasaron 15 segundos que para mi fueron eternos, y luego mi esposa le contestó algo.Sin soltar los pantalones ella siguió al tipo mientras este caminaba lentamente hacia una de las cajas al fondo del pasillo. No pude moverme de mi posición para no ser visto, pero me di cuenta de que el tipo entró en una de las puertas que dicen: SOLO PERSONAL AUTORIZADO y la dejó entre abierta. Lo siguiente se lo pueden imaginar, asi que apenas mi esposa desapareció de mi vista y caminé como desesperado hacia la puerta, revisé que nadie me estuviera viendo, y muy lentamente comencé a abrirla.Me di cuenta que adentro estaba la sastrería, asi que cuando una empleada me preguntó que hacía yo ahí le dije que iba a ver cómo iba el arreglo de ...
    ... mi nuevo traje y se la tragó. No sería una tarea fácil, pues había una importante cantidad de puertas en el pasillo de empleados, y mi mujer junto con su amigo ya no estaban a la vista.Pasé las primeras tres puertas, abiertas, y pude constatar que en ninguno de los cuartos estaban. De pronto pasé frente a lo que parecía ser una bodega, y el destino o el instinto me hicieron entrar sigilosamente en ella. Me fui despacio y callado pegado al primero de los racks, y como si el destino se empeñara en facilitarme las cosas, escuché un ruido de tropiezo en lo que parecía ser un cuarto aledaño.No pude evitar que me flaquearan las piernas cuando detrás de unas cajas que estaban a la altura de mi cabeza en el rack pude ver hacia el otro lado. Ahí estaban. Mi esposa estaba apoyada con sus manos contra una pared, con sus ojos cerrados, mientras el vendedor estaba de rodillas en el piso, levantándole el vestido y manoseándole a placer las nalgas por encima de la pantie nueva que más tarde supuestamente estrenaría yo.El tipo se dio el gusto de su vida apretando y lamiendo las nalgas de mi mujer. Luego, con movimientos torpes y desesperados, comenzó a bajarle el interior. Ella cooperó, no se resistió e incluso le ayudó doblando su pierna izquierda para dejarlo caer el piso. El chico la hizo voltear. Su rajita estaba perfectamente depilada como cada sábado libre, pero en esa ocasión no fui yo el que la disfrutó, pues el vendedor no se resistió y tras pasar sus dedos por entre los labios de mi ...
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