1. Enseñando a la hermana de mi amiga


    Fecha: 06/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Conde20, Fuente: SexoSinTabues

    ... enseñes tú no. Nos dijo que lo típico sabía cómo era todo por lo que había escuchado y visto en algunos vídeos pero ya está nada más. Fue Carolina quien le dijo, te apetece vérsela a Manolo. La verdad nunca había visto a Cristina como para algo sexual, pero es una chica que está bien, pese a ser jovencita. No me dio casi tiempo a opinar. Carolina me bajó la cremallera del pantalón y cogiéndola con su mano me sacó la polla. Empezó a hacerme una paja, como ella sabía hacerlo. Espectacular, con soltura con movimientos acompasados. Ahí miró a su hermana a Cristina y le dijo mira así se hace una paja. Prueba tú. Carolina estaba nerviosa pero sin duda la curiosidad unida a la presencia de su hermana y la confianza conmigo le ayudó a cogerme la polla. Su hermana le cogió su mano y le hizo que cogiese el ritmo adecuado en la paja. La situación era muy morbosa. Carolina una chica que tantas pajas me había hecho. Estaba enseñando a su hermana pequeña Cristina a hacer pajas con mi polla. Yo sólo podía hacer lo que estaba haciendo disfrutar. Este momento aproveché para poner una mano en el culo de cada una. Imaginaros la escena, en el coche a mi izquierda Carolina, a mi derecha Cristina. Yo tocándoles el culo a las dos, algo que fui avanzando hasta tocar las tetas a las dos. Ellas fueron haciéndome la paja, un rato cada una. La novata cada vez estaba más suelta y sin duda le estaba gustando hacerla. Yo lo estaba disfrutando. Sin duda uno de los momentos más morbosos fue el final, cuando estaba a punto de correrme Carolina se puso mi polla en la boca. Lo había hecho muchas veces pero la presencia de la hermana y lo que había sucedido aumentaba el morbo de la situación. Me corrí en su boca. Al acabar le dio un beso a Cristina y le paso el semen. Le dijo para que lo pruebes. Sin duda fue una experiencia muy morbosa y la primera de las siguientes, hasta que Cristina perdió su virginidad conmigo en presencia de su hermana. Pero eso lo contaré en mi siguiente relato.
«12»