1. Una decepcionante despedida


    Fecha: 06/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi teléfono móvil no dejaba de sonar y yo enredada entre mis sabanas no me quería levantar de la cama. Pensé en no contestar y continuar durmiendo pero recordé que tenía algo importante que hacer. Rápidamente alargué mi mano hacia la mesita de noche y contesté la llamada.
    
    —Alo —Mi voz ronca y débil de todas las mañanas
    
    —¿Estás en tu apartamento? —Respondió Luis Javier.
    
    —Si, ¿qué sucede? —pregunté, aunque ya sabía a qué venía esa llamada.
    
    —En una hora paso. Anoche se me quedó mi teléfono.
    
    —¡Oh, sí! Lo dejaste en el sofá. Te espero pero no tardes porque tengo que salir, si puedes venir antes mejor.
    
    —Tienes que salir y estabas dormida, qué mentirosa eres —se rió de mi.
    
    —Sí, bobo, ya estaba desayunando cuando me llamaste. Apúrate.
    
    —Voy, voy. No tardo, trataré de llegar antes, media hora tal vez.
    
    Apenas culminó la llamada me metí a la ducha. La noche anterior le habíamos hecho una pequeña fiesta de despedida a Luis Javier. Éramos Claudia y Enrique su novio, Fernando y su novia Rebeca, Luis Javier y su novia Angélica y yo. Siete compañeros de estudio reunidos en el apartamento 706 del séptimo piso de un condominio muy cerca del centro de la ciudad y de la universidad en la que estudiábamos. Compartimos toda la noche hasta la una y media de la madrugada, comimos y bebimos aunque yo no tanto como ellos pues no me agrada mucho el licor. Cuando todos se despedían tomé el teléfono de Luis Javier y lo escondí.
    
    No había terminado de ducharme cuando volvió ...
    ... a sonar mi teléfono, quien quiera que fuera debía esperarse un momento, odio que me llamen mientras me ducho. El teléfono sonó durante unos dos minutos y me decidí a contestar.
    
    —Alo!
    
    —Coño, al fin contestas
    
    —¿Luis Javier?
    
    —No, soy Chàvez llamándote desde el más allá
    
    —Ay, ridículo
    
    —Ya lleguè, ábreme
    
    —¿Qué?
    
    —Ya llegué, me vine en taxi. Ábreme
    
    El muy estúpido casi me arruina el plan. Fui a mi habitación, me puse una pantaleta y me volví a poner la toalla, así iba a recibirlo.
    
    Abrí la puerta.
    
    —Ahora no me puedo bañar tranquilamente, ¿qué te parece?
    
    Luis Javier sonrió tímidamente y se sentó en el sofá, abriéndose de piernas y extendiendo ambas manos sobre el espaldar del sofá.
    
    —¿A qué hora te vas? —pregunté, quedándome de pie frente a él, con la puerta a mi espalda.
    
    —A las seis, debo estar en el aeropuerto como a las dos, tú sabes, para el chequeo de equipaje y demás.
    
    Él siguió detallándome el por qué tenía que estar tan temprano en el aeropuerto, yo le miraba a los ojos y notaba timidez, como si el verme en toalla de baño le incomodara.
    
    Yo no soy un monumento de mujer, soy delgada y pequeña, de unos 157 centímetros de estatura, lo que resalta de mi físico son mis senos, yo diría que no son grandes pero debido a mi delgadez sobresalen, se hacen notar.
    
    Luis Javier es guapo, alto y delgado, siempre luciendo su barba que le hace ver más sexy y atractivo, tiene ojos claros y cabello castaño pero es tímido. Antes de hacerse novio de ...
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