1. Nadie me ha trastornado tanto como Alexandra (Parte 2)


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Profesor81, Fuente: CuentoRelatos

    ... rostro tan inexpresivo que nunca sabía qué estaba pensando. Su cara nunca me daba ninguna pista de qué pensaba o si estaba molesta por algo. Pero dado que permanecía muda con su cara engreída, orgullosa y altiva pasé de comerme más la cabeza y directamente me dejé llevar por mis instintos.
    
    ¿Y qué me pedía mis instintos? pues comerla ese cuello tan precioso que tenía, me lancé a comerle ese cuello adolescente. Primero lentamente, suavemente, saboreando cada centímetro de su cuello. Y mientras lo hacía la abracé y bajé mis manos hacía su precioso culito y ahí empecé a acariciarlo. Ese culo tan fabuloso embutido en esos vaqueros que tan bien le quedaban. Lo cierto es que lo que más me fascinó más fetichistamente eran sus jerseys y camisas pero también sus pantalones me cautivaban mogollón. Era una chica muy elegante casi sin proponérselo.
    
    Es más, estoy seguro que nunca buscó ser guapa ni elegante ni estar buena, lo escondió, pero era tal el morbo que desprendía que ni escondiéndolo bajo esa sequedad, antipatía y frialdad conseguía aplacarlo. Además estaba seguro que era la primera persona en toda su vida que la acariciaba el culo así a través del vaquero. Lo sabía. Se notaba. Jamás había estado antes con un chico. Yo lo notaba. Y eso me daba un morbo adicional mucho mayor. Y si soy sincero también me da mucho morbo que permanecería así petrificada, fría e inmóvil como si nada de esto estuviera pasando. Dios, qué rara era pero como me gustaba que fuese así.
    
    Me ...
    ... encantaba masajear su culo por encima de su vaquero. Ese culo que nunca nadie antes había tocado. Ay, ese vaquero que tan fabulosamente bien combinaba con el jersey gris y la camisa blanca. Cómo me molaba fetichistamente cómo vestía así de formal, recatada y pija. Y tal acumulación de morbo y fetichismo ocasionó que me acelerase. Recuerdo perfectamente que me dije a mi mismo que parase en ese momento y lo dejase para el siguiente día.
    
    Que por ese día ya había conseguido mucho y que debía dosificar mis avances con ella. Ir poco a poco, lentamente saboreando mis avances día a día y disfrutando así de su fría sensualidad los siguientes días. Tenía miedo de que si me excedía demasiado Alexandra acabara reaccionando y parándome los pies. Aunque era difícil de saber qué pensaba con esa cara tan inexpresiva, esa frialdad, esa antipatía y esa mirada ambigua que desprendía que no podía saber si le estaba gustando u horrorizando. Y si, me dije a mi mismo que parase y lo dejase para otro día, pero una cosa es la razón y otra el instinto.
    
    Y desde luego mis instintos eran todo menos racionales por lo que sin darme cuenta le subí bruscamente el jersey. Llevaba ya por los menos dos meses viéndola vestir así en plan pija con jersey y camisa, y aunque fetichistamente eso me ponía mucho, estaba harto de tanto jersey y no verla bien la camisa. Fue una gozada levantarla ese jersey gris hasta la altura de sus tetitas y poder ver así su camisa blanca. Cierto que era una camisa blanca normal y ...