1. El Pasado de Pamela


    Fecha: 04/07/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Para los que no me conocen, me llamo Pamela, me considero una mujer atractiva y llamativa, soy estatura promedio (1.60) y a pesar de no ejercitarme, pienso que tengo buen cuerpo pues soy delgada, tengo pechos de buen tamaño y un trasero bien formado, sin embrago, mis atributos que suelen llamar más la atención, son mi cabello rubio y ojos azul turquesa, los cuales provocan que atraiga el interés de ambos sexos.
    
    De joven salí tanto con hombres como mujeres, pero en el fondo siempre supe que prefería estar con mujeres, su delicadeza y belleza superaba por mucho la masculinidad y fuerza que cualquier hombre pudiera tener.
    
    Podrá sonar creído o narcisista, pero siempre estuve acostumbrada a tener a muchas personas tras de mí, especialmente hombres, lo cual provocó que desde una temprana edad, declarara abiertamente mi homosexualidad.
    
    Eso no fue muy efectivo para mantener alejados a los chicos, pero en lo que si me benefició, fue el que las chicas comenzaran a acercarse a mí. Comencé a ir a citas y a vivir mi sexualidad con ellas, sin embargo, nunca entablé una relación sentimental profunda con ninguna.
    
    Mis padres se divorciaron cuando yo era pequeña y fue algo muy doloroso para mí, especialmente cuando al separarse, cada uno buscó seguir con su vida y de alguna manera, yo pasé a un segundo plano.
    
    Mi madre y yo somos físicamente muy similares y veía que ella también llamaba la atención de muchos hombres y después de divorciarse, la mayoría de los hombres que se le ...
    ... acercaban buscaban usarla y llevarse el “título” de haber conquistado a una mujer bella, para luego botarla.
    
    Entre el fracaso de su matrimonio y ver cómo trataban a mi mamá por su apariencia, yo pensaba que ése era el futuro que me deparaba y eso generó que no creyera en las relaciones amorosas y que no me involucrara emocionalmente con nadie, con la intención de protegerme de algo similar.
    
    Pero todo cambió, cuando a mis 23 años, conocí a Sara. Sin demeritar mi apariencia, sentí que conocí a alguien que llamaba la atención más que yo. A pesar de ser muy bella, en un sentido algo andrógino, lo más impactante era su actitud, la cual era hipnotizante para mí y todos los que le rodeaban.
    
    Todo comenzó en una fiesta a la que me invitó un amigo de la universidad, yo me encontraba en una mesa bebiendo y platicando con mis amigas y amigos, cuando de pronto, entró una chica de cabello rubio corto, unos ojos cafés penetrantes, nariz respingada y unos labios delgados que delineaban una sonrisa engreída.
    
    Vestía un pantalón gris ajustado, una camisa blanca fajada con todos los botones abrochados y una blazer negro que combinaba con los zapatos tipo Oxford del mismo color. Sin duda tenía un estilo muy particular.
    
    Al llegar, escaneó el lugar y por un segundo nuestras miradas se cruzaron, me volteé avergonzada y seguí conviviendo con mis amigos. Después de un momento, la chica se acercó a mi mesa y saludó a una de mis amigas.
    
    S: ¿Les molesta si me siento con ustedes?
    
    *: ...
«1234...11»