1. Putito para todos 10 La crueldad del ser


    Fecha: 02/07/2020, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... –seguían tiesas como postes sin volver a su faena. -¿Papá no habrá vuelto aún de su partido? -la señora mayor negó con la cabeza. -Bueno, no os quedéis paradas, Ángel se va a preocupar por interrumpiros. Ellas son Marta y Nati. –las dos inclinaron la cabeza como saludo. -¡Hola!, mi nombre es Ángel. -sin darme cuenta volví a decir mi nombre que Andrés les había dicho antes. Me llevó por un pasillo para salir por la parte trasera y nos encontramos en el jardín, me iba tranquilizando, todo parecía normal y no había recibimientos solemnes como imaginaba. Anduvimos unos metros hasta escuchar voces que hablaban. Una mujer se encontraba de rodillas en el suelo sobre el césped, a su lado un hombre se apoyaba en una pala cuadrada de cavar y a su alrededor había varias cajas con plantas. La mujer estaba colocando una de ellas en uno de los agujeros practicados en la tierra. Debió de escuchar nuestras pisadas y giró la cabeza, del pañuelo que llevaba puesto se escapaban mechones de pelo castaño, parecía muy joven y su afilada cara era de una exquisita sencillez plena de belleza. Sonrió al vernos y se puso de pié, comenzó a quitarse los guantes de cuero amarillo y los metió en el bolsillo delantero de una especie de pantalón con peto que llevaba. Andrés se acerco y la dio un beso, luego se volvió para señalarme sin hablar. -Bueno Ángel, dame un beso. –no hizo falta ella se acercó y abrazó mis hombros besando mis mejillas. -Buenos días señora. –me miró y soltó una cantarina risa. -No me ...
    ... hagas parecer vieja, puedes llámame Ángela. –me sujetó de la cintura y comenzó a dar instrucciones al señor que esperaba expectante observando. -Mamá puedes seguir con lo tuyo mientras le voy enseñando a Ángel el jardín, no lo dejes por nosotros. –su tono era muy sugerente para que nos dejara mientras yo me iba acostumbrando pero su mamá me había gustado y mucho. El jardín era enorme, parecía un parque, unos álamos blancos adornaban la derecha del paseo y al fondo un enorme y verde tejo puntiagudo subía al cielo, resultaba asombroso su tamaño, debajo de su frondoso y perenne follaje había dos bancos de madera, me sujetó de la cintura y me llevó hacía uno de ellos, nos sentamos y cogió mis manos, yo giré la cabeza para mirar el gordo tronco del árbol a nuestra espalda. -Creo que lo plantó mi bisabuelo y es muy viejo. –me abrazó encerrándome en su pecho. Sujetó mis largos rizos y los apartó de mi cara recogiéndolos en mi nuca con su mano formando una coleta. -¿Cómo puedes ocultar una cara tan bonita? -bajo su boca para volver a besarme en la mía, en un beso tan tierno que rompió mi seguridad y estuve a punto de echarme a llorar. -Perdona si abuso de ti, he pasado tanto tiempo deseando besarte, tenerte entre mis brazos que ahora no puedo contener mis ganas. –entorné mis ojos y le miré entre mis pestañas, me gustaba todo de él y según le iba conociendo más le amaba, me extrañaba que no perdiera su sonrisa a la que no estoy acostumbrado, la dulzura de sus manos al tocarme hacían ...
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