1. Diosa de la fertilidad


    Fecha: 29/06/2020, Categorías: Voyerismo Sexo con Maduras Autor: romanticide, Fuente: xHamster

    Disculpas de antemano si el tema parece monótono o trivial.Desde bien pequeñito siempre he tenido curiosidad por el naturismo y el exhibicionismo, como una picazón que no podía rascarme. Hace varios días, aprovechando unas vacaciones que se presentaban bastante grises, decidí probar ir a una playa nudista. Los nervios me erizaban la piel cada vez que lo pensaba y pasé horas meditándolo. Hasta busqué por internet experiencias de primerizos como yo, consejos y demás. Todo resultó inútil, nada te prepara para ese primer momento de desnudez como la experiencia en sí. Pero bueno, me dije a mí mismo que era una experiencia más en esta vida y necesitaba vivirla. Todo fue bastante bien, la sensacion de vulnerabilidad y vergüenza amainaron poco a poco conforme pasaban los minutos con mi cuerpo desnudo al sol, ayudado quizá por el hecho de no ser el único revelando sus vergüenzas en público. Esa sensación se fue convirtiendo en placer, tranquilidad y... bueno, sobra decir que me enganchó.Y así pasaron varios días, acudiendo a esa parte nudista de la playa de Pinedo como si algo en mi interior me arrastrara hacia las dunas repletas de piel desnuda. Hoy fue distinto. Me levanté a las 7 de la mañana, desvelado por el calor sofocante que no parece darnos tregua estos días. Me vestí, cogí las llaves del coche y puse rumbo al pequeño paraíso utópico libre de prejuicios. Al llegar vi un grupo de mujeres mayores, rondando los cuarenta, de caderas generosas y figura bastante descuidada, de las ...
    ... que logré intuir un acento rumano. Puse mi toalla a unos metros, me desnudé y me senté a liar un cigarro. No tardaron en dirigir sus miradas hacia mí, acompañadas de risotadas entre ellas. El sol empezaba a quemarme la piel ya, asi que apagué el cigarro y me dirigí hacia dichas mujeres que, a pesar de tener varias curvas de más, exhibían unos pechos desnudos bastante agradables a la vista. Les pregunté si les importaba que pusiera mis cosas cerca para que pudieran vigilarlas mientras iba a tomar un baño. Me contestaron que las vigilarían desde donde estaban y, a juzgar por las risas de después y una conversación en un idioma jeroglífico, di por captada la indirecta.Media hora después, vi a lo lejos una mujer de pelo negro arrastrando una bicicleta por la arena. Llevaba un vestido aue mantenía al compás de sus pasos unos pechos muy generosos. Llegó hasta mi lado, dejó la bicicleta a apenas tres metros de mi toalla y se desnudó ante mí. Aquel vestido no le hacia justicia, ya que esos senos eran de otro mundo. Tenian tal voluminosidad y atractivo que no pude reprimir una erección. Me sentí mal y miré hacia otra parte, supongo que lo último que necesita ver una mujer sola en una playa nudista es un grupo de hombres en celo mirándola. Pero mi erección no pudo escapar de su escrutinio. La mujer rondaba la treintena larga, con un cuerpo que me recordaba a los antiguos relojes de arena. Entre sus piernas asomaba un hilo vertical de vello púbico y toda ella en sí radiaba fertilidad, ...
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