1. Con el servicio doméstico


    Fecha: 25/06/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    Carmen era prácticamente una desconocida para mí. Nos habíamos cruzado solo un par de veces y en esas oportunidades no había puesto atención en ella. Su horario era desde las 9 AM hasta las 17 PM. Yo salía de mi casa a las 8 AM y regresaba tarde en la noche, por esa razón nunca nos encontrábamos.Carmen era la señora que desde hace cuatro años hace el servicio doméstico en mi casa. Tenía alrededor de 40 años, morocha, con un físico que no llamaba mucho la atención a simple vista, aunque era rellenita. Debía medir unos 175 centímetros y pesar cerca de 65 kilos. Casada y madre de dos hijos. Una mujer apetecible para mí que tenía en esa época 48 años. Soy alto, mido 185 centímetro y peso cerca de 95 kilos bien distribuidos, es decir que no soy ni era gordo.El día del relato, con toda mi familia de vacaciones, yo salí de casa en el horario de costumbre pero en camino con el auto caí en cuenta que me había olvidado un documento importante que me resultaba necesario para una reunión al mediodía, razón por la cual tuve que regresar con cierto apuro. Llegué y levanté el papel de mi escritorio ubicado en la planta baja y cuando me disponía a marchar, oí música en el piso de arriba donde estaban los dormitorios.Subí muy despacio con mucho cuidado para ver de qué se trataba. Allí vi a Carmen tendida a todo lo largo de mi cama con los ojos cerrados escuchando música con un calzoncillo mío en sus narices, mientras que con la otra mano se cascaba la almeja por debajo de sus bragas. Me ...
    ... quedé mirando unos segundos muy sorprendido y luego me corrí hacia un costado de forma tal que mantenía mi visión sobre todo su cuerpo menos su cara para que no me pudiera ver fisgando. En unas de esas veo que deja mi calzoncillo a un costado y con una mano se ocupa de magrearse las tetas y pellizcarse los pezones, mientras que con la otra seguía dándole a la vagina metiéndose los dedos dentro de la vulva y frotándose el clítoris, todo ese espectáculo en medio de gemidos en voz alta y convulsiones. Se alcanzaba a escuchar algunas frases como… Métemela toda mi amor que hace rato que quiero ser tu hembra. No aguanto más, necesito sentirte dentro mío y que me llenes de tu leche mi cuevita…… No te das cuenta que mi chocho está abierto esperándote impaciente. Ay que delicia sentirte dentro! La quiero toda adentro por favor…No supe cómo reaccionar viendo a esa mujer tan caliente y a punto de tener un orgasmo, por lo que decidí marchame en silencio como había llegado. Carmen no había reparado en mi presencia.Demás está decir que durante todo el día tuve la imagen viva de Carmen masturbándose en mi mente, y empecé a sentir que ese recuerdo estaba provocando un súbito aceleramiento de mi espíritu morboso. Decidí entonces, sacar provecho de la situación habida cuenta que con la ausencia de mi mujer mi maquinaria sexual estaba sin posibilidad de satisfacerse sexualmente. Maquiné un plan de acción que llevé a cabo el día siguiente.Habiendo anunciado en la oficina que ocuparía la mañana ...
«1234...7»