Me comí a una profe en su oficina - Relatos Eróticos

Me comí a una profe en su oficina

Tengo 21 años, mi madurez y mis dotes me han permitido ser del agrado de mujeres mayores y lo que ahora les contaré es la historia de una profesora a la que le pedí ayuda , ayuda inventada , claro porque no necesitaba en absoluto que ella me ayudará , inventé la excusa para tenerla .

Soy contador titulado y por internet conocí a una mujer mayor que yo en diez años, y profesora de literatura. Inventé que en la universidad necesitaba ayuda en un ramo y le dije si estaría dispuesta a ayudarme, ella me dijo que no habría problema pero que yo tenía que ir hasta su oficina , me propuso esperarme en el metro y de ahí llevarme hasta su oficina que estaba bastante cerca.

Debo aclarar que antes de este encuentro me había encargado de impresionarle con mis conocimientos en poesía en mi gusto por el arte y la música y así día a día empecé a captar mayor atención de ella.

En un principio me costó porque no me tomaba mucho en cuenta , sólo hablábamos por msn, pero era tanto mi interés que le pedí el teléfono , hablamos y me encargué de dejarla lo suficientemente entusiasmada como para el día de nuestro encuentro.

Sólo nos conocíamos por fotos , fotos que solo nos mostraban de rostros, de todas formas , ella me había mencionado que era bajita y algo robusta pero con todo puesto en su lugar, quise preguntarle por sus tetas pero pensé que podía enojarse , después de todo , tenia que hacer un trabajo de joyería con ella, día a día , deseaba tenerla .Días antes de conocerla, ...

... hablamos por teléfono y ella parece que se había pasado en copas , venía de una fiesta , y empezó a revelar muchas cosas que yo no me esperaba , me dijo: -Pendejito ricooo te encuentro encantador : ¡ME ENCANTAS! , tengo dos baberos puestos , uno aquí arriba , y …otro acá abajo …- ella jamás se imaginó que con ese comentario yo iría a corrermela a mi pieza mientras veía su rostro en la foto que me había mandado.

Llegó el sábado tan esperado y nos juntamos en la estación de metro acordada, ella era bajita , pero sus tetas eran enormes, yo tenía ganas de mover mi mano y meterla justo en ese surquito que formaban esos dos melones. Nos fuímos a su oficina y cuando subió el peldaño para abrir la puerta de la oficina me di cuenta de que tenía un culo enorme , y en el pantalón de tela delgada se adivinaban unas pantaletas con encaje , yo tenía unas ganas locas de morderle ese culo generoso , pero debía fingir mi inocencia y mi pureza , ya que en más de alguna ocasión ella había alabado mi ternura, pero la verdad no aguantaba dejar pasar tanto rato sin siquiera rozarla por "accidente".

Entramos a la oficina y me dijo , bueno pequeño y en qué te puedo ayudar? Dónde están tus apuntes?.-..yo me puse nervioso porque mientras me hablaba me miraba a la boca y me tomaba la mano para darme confianza y bienestar , saque mis cuadernos de la mochila y los puse sobre su escritorio y le dije:- es que tengo que hacer un ensayo sobre …sobre, el "ABUSO DE MENORES" - fue lo primero que se me ocurrió y ...