1. LA HISTORIA DE ALICIA


    Fecha: 23/06/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    LA HISTORIA DE ALICIA Capítulo I: OTOÑO DE 2016 (Los orígenes) Me llamo Alicia. Nací en Madrid, el 16 de Agosto de 1.998, por lo que acabo de cumplir 19 años. Tengo recién estrenada mi mayoría de edad. Mi madre era hija única. Muy joven -solo tiene 34 años-, ya que me tuvo poco antes de cumplir los dieciséis. Soy fruto de un embarazo no deseado y padre desconocido, ya que mi madre era partidaria en aquel tiempo de lo que denominaba “amor libre”; o sea: jodía con todo aquel que se le ponía a tiro. En sus frecuentes orgías de sexo, el consumo de drogas y alcohol era la compañía necesaria e imprescindible. Practicaba la promiscuidad y no tomaba ninguna precaución encaminada a evitar un más que posible embarazo. Así acabó sucediendo, y cuando mis abuelos descubrieron que su hija estaba embarazada habían pasado más de cinco meses. Mi abuelo era propietario de una pequeña industria, a medias con su hermano, vivíamos desahogadamente y habría podido costear un aborto. Pero el embarazo estaba ya bastante avanzado y no se hizo. Tras soportar las más duras recriminaciones y castigos que podáis imaginar, mi madre lo único que hizo fue reducir un tanto su actividad sexual y rebajar un poco los consumos colaterales de alcohol y drogas. Continuó adelante con el embarazo y nací yo. Después de mi nacimiento mi madre no hizo nada para modificar su conducta. Al contrario, la intensificó -con frecuentes y repetidas ausencias de casa los fines de semana-. En alguna ocasión durante toda una ...
    ... semana. En muy poco tiempo acabó cayendo en el alcoholismo y la drogadicción. Mostrándose mi madre totalmente incapaz de asumir mi existencia y procurarme los cuidados que todo bebé necesita, fueron mis abuelos quienes se ocuparon de atenderme durante los primeros años de mi vida. Durante esos años mi madre nunca rompió definitivamente el vínculo familiar. Vivía la vida a su manera, a salto de mata, enrolada en grupos marginales que se formaban y deshacían cada poco tiempo. Se cobijaban en viviendas o locales, que ocupaban hasta que eran desalojados. Adoptó indumentarias góticas, pero su comportamiento no varió y siguió enganchada al alcohol y las drogas. Solía visitarnos de vez en cuando, sobre todo cuando andaba escasa de recursos, que solía ser cada tres o cuatro meses. Mis abuelos fallecieron en un desgraciado accidente de tráfico, en el que yo resulté ilesa. Contaba solo ocho años de edad. Su hermano, y socio en la empresa, con casi 80 años de edad y una salud un tanto delicada, no quiso hacerse cargo de mí, ya que su salud había empeorado bastante últimamente y no se consideraba capaz de atender a una cría de mi edad. Avisó a mi madre de la situación y quedé a su cuidado hasta tanto se leía el testamento de su padre -mi abuelo-. De su lectura resultó que salvo la “legitima”, que por Ley correspondía a mi madre, yo resulté heredera universal de los bienes de mi abuelo. El abogado que se ocupaba de todos sus asuntos personales era nombrado albacea. Mi madre se entrevistó con el ...
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