1. Hablando con Tina


    Fecha: 16/06/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: KimT, Fuente: CuentoRelatos

    ... chico, me casaría con él y tendríamos hijos. Todo esto hasta que un día, cuando estaba en el último año del instituto, me enamoré perdidamente.
    
    Me incorporé ligeramente para poder alargar mi brazo y agarrar nuevamente el vaso de vino y coca cola, pero Tina me lo impidió.
    
    ─Ya te has faltado bastante el respeto ─dictaminó─. No quiero que bebas más.
    
    Dejándome gobernar por Tina, pero juntando mis labios en un mohín de desilusión, como cuando a una niña le niegan un caramelo, volví a enlazarme nuevamente a sus brazos. Olí su mejilla y sentí deseos de besarla. Ahora me tocaba a mí hacerle mimitos.
    
    ─Ella se llamaba Sara. Bueno, se llama ─continué, entre beso y beso en la cara de Tina─. A veces todavía la veo por la calle, tirando de un cochecito de bebé. Supongo que se habrá casado y tiene hijos.
    
    ─¿Cómo te sientes cuando la ves?
    
    ─No me siento de ninguna manera ─dije, encogiéndome de hombros─. Aquello pasó.
    
    ─No me creo nada ─negó Tina, moviendo su cara para recibir los besos donde ella quería.
    
    ─¿De qué serviría sentir algo? Sara es hetero. No vale la pena calentarse la cabeza por ello y, repito, eso fue hace mucho tiempo.
    
    ─Lo que tú digas, Chiquita ─concedió Tina, para dejar de discutir─. Continúa explicándome tu primer enamoramiento.
    
    ─Lo gracioso del caso es que Sara siempre había estado ahí. Era una compañera desde el primer año de instituto, aunque ella y yo nunca habíamos hablado demasiado. Pero de repente me fijé en ella. No puedo explicarme qué ...
    ... había cambiado. Sencillamente, no pude dejar de mirarla ni dejar de pensar en ella, y si se me acercaba me ponía nerviosa y colorada.
    
    Iba a continuar diciendo que sólo una tonta como yo se hubiera negado a reconocer, ya desde aquél momento, que era una lesbiana, pero cerré mi bocaza a tiempo. No quería que Tina volviera a enfadarse.
    
    ─¿Y, en cuando te diste cuenta que te gustaba, no se lo dijiste?
    
    ─¿Estás loca? ¿Desde cuándo se confiesa el primer amor?
    
    Se rio con ganas.
    
    ─Yo lo hice ─aseguró.
    
    ─Tu no le temes a nada.
    
    ─Tengo tanto miedo como tú, pero lo que se teme es lo que debe hacerse, solo así se superan los miedos.
    
    ─¿De veras no me dejas beber más? ─pregunté, mirandomi vaso con apetito.
    
    ─No. Continúa explicándome. ¿Qué pasó luego?
    
    ─Pues nada. Empecé a incluirla en mis fantasías sexuales mientras me hacía un dedito. Eso sucedió sistemáticamente cada vez que me masturbaba, hasta que un día, de repente, me di cuenta de que no sólo estaba pensando en Sara, sino que siempre que lo hacía había pensado en mujeres. Recuerdo que fue como una revelación y me acaloré. ¿Por qué pensaba en mujeres cuando me masturbaba? ¿No era eso más propio de una lesbiana? No me atreví a sacar la conclusión evidente y aparté de mi mente esa cuestión, aunque creo que ya en mi interior me supe lesbiana, pero sin reconocerlo.
    
    ─Pobrecita mi Chiquita ─susurró Tina, acariciándome─, cuán confundida debiste estar.
    
    ─¡Imagínatelo! ─admití─. Aunque supongo que todas hemos pasado ...