LA EMPLEADA DE MI JEFE - Relatos Eróticos

LA EMPLEADA DE MI JEFE

LAS EMPLEADAS DE MI JEFE - PARTE I

Hola amigos, les cuento que leí unos cuantos relatos de esta página y me animé a contarles mis experiencias vividas personalmente.

Mi nombre es German (utilizaré nombres ficticios), hace algunos años atrás trabajaba como chofer de una familia acomodada aquí en la ciudad de La Paz – Bolivia, y casi siempre me las tiraba a sus empleadas o sirvientas de la familia, entre las que recuerdo está la de una cholita de pollera que llegó a trabajar como cocinera en la casa de mi jefe, se llamaba Juana, que siempre me andaba coqueteando y me molestaba cada vez que podía y creo que disimuladamente me pedía que me la culee porque ya estaba en edad de merecer, tenía 18 añitos y era nomas simpática la cholita, como yo le ayudaba en los quehaceres de la casa siempre que tenía tiempo me tomó confianza pero en un principio no le daba mucha importancia a sus insinuaciones hasta que llegó el día decisivo.

A finales de ese año, los jefes decidieron irse de vacaciones a la Argentina por una semana, debían partir un viernes a las 2 de la mañana que salía su vuelo y me pidieron que les lleve hasta el aeropuerto a media noche, luego guarde el auto y me vaya a descansar esa semana, solo tenía que venir día por medio a encender el motor del auto a fin de que no se descargue la batería y quedamos en que les iba a recoger del aeropuerto al siguiente domingo por la noche.

Llegó el día indicado, llegué más o menos a las 11:30 de la noche, cargamos las maletas ...

... al auto y me fui rumbo al aeropuerto con toda la familia.

Cuando regresé a casa del jefe, cerca de la una de la madrugada, luego de tocar bocina, me abrió el garaje la empleada Juana, guardé el auto y una vez que ella cerró la puerta del garaje vino hasta el auto a empezar con sus bromas, me empujó la puerta para no dejarme salir, te vas a quedar a dormir ahí me decía, hasta que di un empujón fuerte y ella se fue a caer al piso de espaldas y como levantó un poco los pies al caer dejó ver un momento sus piernas, salí del auto y le pedí disculpas ayudándole a levantarse y le di un abrazo diciendo perdón mamita, no quería lastimarte, abrazándola le froté las espaldas diciendo…sana, sana…si no sana hoy sanará mañana, ella se dejó abrazar y como vi su cara muy cerca de mí de pronto sin querer le di un beso tierno y ella no dijo nada, y un segundo que ella correspondió dándome un beso apasionado haciéndome tragar su lengua y después seguimos beso tras beso hasta que me animé a tomarle sus tetas por encima de su ropa y no dijo nada, solo empezó a jadear un poco, le desabroché su suéter, le suspendí su ropa interior hasta tocar sus tetas peladas y que ya estaban duritas, la empujé hacia el capó del auto y empecé a subirle su pollera, primero se resistía pero al final dejó que le acariciara las piernas debajo de sus polleras, solo jadeaba y no paraba de besarme introduciendo su lengua a mi boca como una serpiente hasta que mis manos llegaron a tocarle su conchita encima su calzón y ...