1. Lara, una chica muy obediente (4)


    Fecha: 06/06/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... Juani la disuadió de tal propósito.
    
    -¡LAS MANOS EN LA CABEZA!
    
    A partir de allí el cuerpo se le ofreció al viejo sin velo alguno, lo cual hizo que su polla fuera creciendo lentamente.
    
    -Arrodíllate, chavala. –le ordenó a la jovencita mientras comenzaba a desprenderse la bragueta, bajo la cual abultaba su polla.
    
    -¡QUE TE ARRODILLES! –le gritó Juani, y Lara, presa de fuertes y contradictorias sensaciones, se arrodilló con los ojos cerrados.
    
    El vejete sacó su ariete y comenzó a frotarlo sobre el rostro de Lara, que palideció y contuvo un primer impulso de mover su cabeza.
    
    -No te imaginas cuánto me calientas… -le dijo el conserje, cuya polla cobraba más y más dureza a medida que el viejo seguía refregándola contra las mejillas y los labios de Lara, que nunca antes había tenido un contacto tan estrecho con un pene.
    
    El conserje era consciente de que no podría lograr esa noche más que una erección y en conversaciones previas con Eva y Juani habían acordado que en esta oportunidad la disfrutaría por la boca.
    
    -Tranquilo, don Ramón, que se la iremos trayendo para que pueda gozar de sus otros dos agujeritos. –lo había entusiasmado Juani.
    
    Pero lo cierto era que esa primera noche iba a gozar de una buena mamada.
    
    -Abre el hocico. –le ordenó Eva y Lara vio, con espanto y deseo al mismo tiempo, que esa polla dura le apuntaba directo al objetivo. Levantó sus ojos y vio la carota del conserje, crispada en una mueca de calentura.
    
    “No puede ser que sienta lo que ...
    ... siento… -se dijo Lara. –pero lo estoy sintiendo…” –y abrió lentamente la boca al par que volvía a cerrar los ojos.
    
    Fue un impacto emotivo y sensorial muy fuerte sentir cómo esa barra de carne se iba introduciendo en su cavidad bucal. Eva la tenía sujeta por la nuca para impedirle que moviera la cabeza hacia atrás, cosa que ella no pensaba hacer. Estaba dispuesta a llegar hasta el final, a vivir esa experiencia por completo y entonces empezó a mamar y a sentir como la polla alcanzaba su máxima dureza. Afortunadamente estaba limpia y, contra lo que ella había imaginado, no le provocaba asco. Ya más tranquila se aplicó a la tarea avanzando y retrocediendo unas veces despacio, lentamente, y otras acelerando un poco el ritmo llevada por el placer que la iba ganando. De pronto el viejo la tomó también por la nuca y le empujó la cabeza hacia delante, con lo cual la polla se hundió y Lara sintió que se ahogaba. Cruelmente, Eva le tomó la nariz entre el pulgar y el índice, impidiéndole por completo la respiración. Los tres reían en tanto Lara se debatía inútilmente para librarse y su rostro se iba congestionando. Por fin la soltaron y a pedido de Eva, el conserje retiró su polla y la rubia le dijo a la niña, que jadeaba con desesperación buscando llevar a sus pulmones luego de ese principio de asfixia:
    
    -Tú respiras porque nosotras te lo permitimos. Que te quede claro, perrita.
    
    -Sí, señorita Eva… sí… sí me… me queda claro… -contestó la jovencita mientras trataba de recuperar el ...
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