1. Lara, una chica muy obediente (4)


    Fecha: 06/06/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Estaban en un pequeño cuarto que hacías las veces de living, donde había una mesa y cuatro sillas a su alrededor. En la pared del fondo una puerta que daba al dormitorio.
    
    El vejete se frotaba las manos y de pronto se detuvo ante Lara:
    
    -Eres muy bonita, niña. –dijo. –Quiero verte toda, desnúdate.
    
    Lara mantenía los ojos cerrados y no cesaba de temblar. Estaba aterrorizada, pero a la vez, aunque le costaba aceptarlo, había empezado a sentir una excitación que se hacía cada vez más intensa. Algo oscuro, totalmente indescifrable pero fuerte, se agitaba dentro de ella excitándola ante la inminencia de ser usada por ese viejo lascivo entregada por quienes se habían transformado en sus dueñas, en sus amas.
    
    -¡¿ES QUE NO HAS OÍDO A DON RAMÓN?! –le gritó Juani al oído sacándola brutalmente de esa especie de ensueño morboso en el que se había sumido.
    
    Eva vio la oportunidad de gozar de uno de sus placeres preferidos e intervino tomándola de un brazo:
    
    -No se preocupe usted, don Ramón, que ya la verá. Es sólo que ésta es hija del rigor. –y ocupó una silla para después, ayudada por Juani, ponerse a Lara sobre las rodillas:
    
    -No… por favor, no, señorita Eva… -murmuró la pobre niña mientras Juani, luego de intercambiar una mirada cómplice con la rubia, le bajó hasta los tobillos la faldita y las bragas.
    
    La angustia y la excitación agitaban a la niña, que no podía creer que ambas sensaciones le pertenecieran, que las estuviese experimentando al unísono. Con el primer ...
    ... golpe de la mano de Eva en su nalga derecha la tensión interna fue tal que Lara eligió dejar de pensar y en cambio abandonarse a sus sentidos.
    
    Gemía a cada golpe mientras iba sintiendo en su culo un creciente y voluptuoso ardor. Mentalmente contó 30 nalgadas antes de que la rubia le preguntara con tono severo:
    
    -¿Vas a hacer lo que se te ordene o debo seguir dándote, niña tonta?
    
    El conserje, inclinado hacia delante había seguido la faena de Eva con el rostro arrebatado y los ojos muy abiertos, respirando agitadamente por la boca.
    
    -Vaya culito que tiene… -murmuró el vejete como para sí mismo contemplando las enrojecidas redondeces en tanto llevaba una mano hacia la bragueta.
    
    -Sí… sí, señorita Eva… -respondió tardíamente Lara.
    
    Eva le dio otra fuerte nalgada:
    
    -¡Cuando se te pregunta algo respondes de inmediato!
    
    -Ahhh… sí, señorita Eva… pe… perdón… -Juani la incorporó tomándola del pelo.
    
    -Bien, ¿ahora te desnudas o qué? –le preguntó.
    
    El conserje se frotaba las manos cuando Lara, con la vista clavada en el piso, comenzó a quitarse la ropa que aún la cubría. Dio un paso al costado y en el suelo quedaron la falda y las braguitas blancas. Se despojó de la camisa y por último del sostén, también blanco, y quedó exhibiéndose en toda la plenitud de su belleza adolescente.
    
    El conserje, con los ojos casi fuera de las órbitas, comenzó a dar vueltas en torno de la niña, que en vano procuraba ocultar su desnudez con alguna ayuda de sus manos, pero un grito de ...
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